La Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) se muestra «optimista» de cara a la temporada turística con reservas «al nivel de años prepandemia». Según explica su presidenta, Ana Gordillo, «habrá que esperar a que estas reservas se materialicen», ya que siempre hay cancelaciones de última hora.
Aunque, con los datos que maneja de la Semana Santa, días en los que las cancelaciones han sido residuales, «la temporada pinta bien, siempre y cuando no pase ningún acontecimiento extraordinario», apunta Gordillo.
De momento, las plazas hoteleras disponibles rozan las 10.000, que suponen el 10% de la planta total de la isla. «Son los que abrieron para las vacaciones de Semana Santa y que contaban, en parte, con los openings de las discotecas», explica la presidenta. «Las previsiones para este fin de semana son buenas en cuanto a ocupación y se nota que el ocio legal ha estado cerrado dos años, por lo que creo que vamos a ver una afluencia considerable de turistas», subraya.
Hace apenas semana y media, los establecimientos abiertos rozaron una ocupación de entre el 70 y el 80%, «llegando en algunos casos al cien por cien», detalla Gordillo. En cuanto a las nacionalidades de quienes visitan Ibiza, dice que prima el turista nacional, seguido de holandeses, británicos y franceses. «A medida que se vayan abriendo más hoteles, veremos que va llegando gente de otros sitios», añade.
En este sentido, sostiene que, a mediados del mes que viene o quizás a finales, «estará abierto el cien por cien de la planta hotelera». Habla de alrededor de 1.800 establecimientos turísticos que suman unas 100.000 plazas. Los precios, que bajaron durante la pandemia, han recuperado los que había en 2019.
La problemática que se encuentran, una vez más y como en el resto de sectores, es la dificultad para completar plantillas. «Siempre ha sido difícil tener personal, más aún durante la pandemia porque a nadie le compensaba venir de fuera para un par de meses y que luego ni siquiera pudiésemos cumplir porque teníamos que cerrar, como pasó en agosto de 2020 por las restricciones sanitarias», recuerda la presidenta de los hoteleros.
Este año han tenido que recurrir a técnicas «de antaño» para poder garantizar las aperturas. «En muchos sitios te ofrecen el trabajo con la posibilidad de vivienda con el objetivo de facilitar lo máximo posible la llegada de trabajadores», sostiene: «Nosotros dependemos, en su gran mayoría, de los que vienen de fuera y ahora en la península también hay mucho trabajo».
Viviendas turísticas
Por su parte, la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales (AVAT), que representa a 1.400 comercializadores y casas de los 2.400 que hay en el mercado, no ha registrado un incremento de reservas con motivo de las aperturas de las discotecas este fin de semana.
Su presidente, Roberto San Esteban, explica que «hay clientes que nos piden dos noches y es imposible alquilar una villa por menos de tres o incluso cuatro días». Esto se debe a que «un hotel tiene en nómina a trabajadores de la limpieza, que hacen una media de 18 habitaciones al día cada uno, pero nuestra limpieza es diferente», sostiene. «Contratar a alguien para limpiar una vivienda de unas cinco habitaciones tiene un coste alto», por lo que no compensa para un par de días.
Las que sí que van viento en popa son las reservas de verano. Los meses de junio, julio y agosto «están prácticamente llenos», y quedan todavía «varios huecos por cubrir» en mayo, septiembre y octubre, indica el presidente de AVAT.
En cuanto a los precios, San Esteban reconoce que han experimentado un incremento del 6% respecto al último año prepandemia, en 2019. «En marzo habían subido un 13 o un 14%, pero pegaron un bajón por la guerra en Ucrania y se han quedado en el 6%», explica. Esta subida está justificada, insiste, con el aumento del precio de la energía. «Lo que hemos hecho ha sido ajustarlos al alza», añade.
La tarifa depende del tipo de vivienda que se alquile. «La casa estándar está en torno a un 25% más cara que en el resto de la península y las de lujo hasta un 40% por encima», indica el presidente de AVAT, quien no quiere hablar de precios concretos de las diferentes viviendas que hay en Ibiza.
Eso sí, recalca que Marbella está a la par que la isla en cuanto a precios y reitera que «no importa mucho la zona, sino cómo sea la casa».
