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Fiesta en familia en Can Bonet

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Día grande

Fiesta en familia en Can Bonet

Por primera vez, la parroquia celebra su día grande cuando litúrgicamente le corresponde, el primer domingo después de Navidad

En 2020 los vecinos de los barrios de Can Bonet, Ses Païsses y Sol y Descanso solo pudieron celebrar su día grande con una misa, así que ayer había ganas de festejarlo como toca, aunque no tantas como para madrugar y disfrutar de la chocolatada que ofreció desde las diez de la mañana la Asociación de Vecinos de Can Bonet, organizadora de los festejos. Remedios Nieto Linero, de 82 años, fue una de las pocas residentes que se acercó al espacio en el que está ubicada la carpa, junto a la iglesia de Can Bonet, para tomarse un trozo de bizcocho y un vaso de chocolate caliente. «Si no es por mi hija, que me ha regañado por no venir, no estaría aquí», confesó esta andaluza que lleva 53 años residiendo en lo que se considera ya un ‘pueblo’ más de Sant Antoni. También acudieron a la chocolatada el presidente de la Asociación filipina de Ibiza, Óscar Palacios, su nieta Francine y su amiga Florence, que poco después se dirigieron a la iglesia para ayudar a engalanarla. «Vamos a preparar el templo, que hoy viene el obispo», explicó Palacios. La de ayer fue la tercera visita de Vicent Ribas Prats a Can Bonet desde que tomó posesión de su nuevo cargo el pasado 4 de diciembre «Ésta es la primera misa que preside en el barrio como obispo de Ibiza y Formentera», señaló el párroco de Can Bonet, Virgilio Bago.

El obispo de Eivissa y Formentera, Vicent Ribas, presidió la misa.

Ayer, además, fue «la primera vez» que este barrio del municipio de Sant Antoni celebró su fiesta grande «en la fecha que litúrgicamente le corresponde», el Día de la Sagrada Familia, el primer domingo después de Navidad. «Durante más de 30 años la fiesta patronal se hacía el domingo antes de Navidad, pero este año el Obispado quiso que se hiciera cuando toca realmente, aunque es un poco faena porque hay muchos vecinos de Can Bonet que son de la Península y que pasan allí las vacaciones navideñas» , comentó la presidenta de la Asociación de Vecinos de Can Bonet, María José Torres.

El barrio comenzó a cobrar vida media hora antes de que se iniciara la ceremonia religiosa, a la que acudieron buena parte de los miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sant Antoni, que financia las fiestas, entre ellos el alcalde, Marcos Serra, y el concejal de Fiestas, Miguel Tur.

Cuando ya era casi mediodía llegó el obispo de Ibiza portando báculo y mitra dorada. Tras saludar y felicitar las fiestas a vecinos, representantes políticos y obreros de la parroquia, entró en el templo, que estaba lleno. Predicó de pie en el centro del altar, en el que estaba colocada una imagen del niño Jesús en la cuna, rodeada de velas.

Los sonadors de Sa Colla de Can Bonet y los componentes del coro parroquial y de la comunidad filipina de Ibiza pusieron la nota musical a la celebración religiosa. Al final intervino la presidenta de la Asociación de Can Bonet para agradecer su colaboración a los coristas, la agrupación folclórica, los obreros, la comunidad filipina, el Ayuntamiento de Sant Antoni y los vecinos, «que con respeto, pero sin miedo, han venido a celebrar estas fiestas, que van encaminadas a hacer pueblo y a hacer familia». Luego habló el obispo, que refrendó sus palabras. La misa concluyó con el Himno de la Sagrada Familia, compuesto por la comunidad filipina. A la procesión religiosa, en la que se sacaron cinco imágenes, la última la de la Sagrada Familia, se sumaron muchas personas.

Demostración de 'ball pagès' de Sa Colla de Can Bonet.

La fiesta prosiguió junto a la carpa con la demostración de ball pagès de Sa Colla de Can Bonet. «Es la segunda vez que bailamos este año», comentó su presidente, Toni Costa. Para rematar, como en los viejos tiempos, vi y bunyols.

En la celebración, familiar y acogedora, se respiró en todo momento «muy buen ambiente», el que han conseguido crear a lo largo de décadas las familias de aquellos ibicencos y peninsulares que se instalaron en la zona hace más de medio siglo, cuando Can Bonet eran tres casas.

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