La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha rebajado el tono respecto a las declaraciones de este fin de semana, muy duras con la delegada del Gobierno en Balears, Aina Calvo. Ambas forman parte del PSOE y buscan un entendimiento conjunto. Coinciden en la necesidad de «revisar» los protocolos de actuación.

Armengol afirmó ayer ante los medios que «ha sucedido aquí igual que podría haber sucedido en otro lugar» y pidió que no se haga «alarmismo» con este tema. Explicó que este suceso no debe tener ningún efecto para Balears como destino turístico porque «seguimos siendo una destinación absolutamente segura»: «Esto significa que no deben tener miedo a venir a las Islas».

Estas declaraciones llegan después del contundente mensaje escrito en su perfil de Twitter, en el que la presidenta dijo que «no puede volver a repetirse» y que «hace necesario que las autoridades competentes revisen sus protocolos para garantizar la seguridad de todos y la movilidad de residentes y visitantes».

El Pi: «Un ridículo internacional»

Los partidos políticos presentes en el Parlament de les Illes Balears reclamaron una revisión de los protocolos de actuación en el aeropuerto de Son Sant Joan. Todos coinciden en que se trata de un hecho ·inesperado» y califican lo sucedido de «sorpresa».

El portavoz del PP en el Parlament, Toni Costa, expresó en reiteradas ocasiones que son hechos «muy graves» porque «evidencian fallos de seguridad inadmisibles». Además, Costa afirmó que «no puede volver a pasar» porque se ha dado una imagen «lamentable» de la isla que los ciudadanos de Balears «no se merecen».

Directo y sin rodeos, el portavoz de El Pi, Josep Melià, declaró que lo ocurrido en Palma ha sido un «ridículo internacional» y exigió responsabilidades .

La portavoz del PSOE, Pilar Costa, espetó que se trata de unos hechos «graves» pero quiso desmarcarse de los «discursos ligados con la xenofobia».

Fue «un hecho inesperado» , incidió la portavoz de Podemos, Esperança Sans, quien reclamó la revisión de los protocolos de actuación «que deben estar bajo el paraguas de los derechos humanos».

El portavoz de Vox, Jorge Campos, denunció que el Gobierno «no hace nada para evitar esta vergüenza» y dijo que esto provoca «inseguridad y sensación de indefensión».

Por su lado, la portavoz de Ciudadanos, Patricia Guasp, pidió «prudencia» aunque argumentó que esto supone una imagen «muy mala» para Balears y evidencia la «falta de seguridad» del aeropuerto.

Calvo responde a las críticas y dice que no hubo «descoordinación»

La delegada del Gobierno en Balears, Aina Calvo, respondió ayer a las críticas surgidas durante estos días por los hechos del viernes y admitió en una entrevista concedida a Onda Cero que lo ocurrido en Son Sant Joan ha sido un hecho «insólito, único y sin precedentes» que va a provocar cambios importantes y obligatorios en los protocolos de seguridad del aeropuerto para que no vuelva a ocurrir.

Calvo insiste en todo momento en que «no se podía prever» y defiende la actuación policial. En este sentido, la delegada del Gobierno expresó que tiene constancia de que haya habido una «descoordinación» entre los agentes implicados. Según explicó, el protocolo que se debe seguir en el caso de que ocurra un aterrizaje por urgencias médicas contempla la custodia de la ambulancia por parte de las autoridades policiales, pero no la del avión. Por tanto, en este punto estaría el problema que propició la huida de los 24 pasajeros que iban a bordo del avión de Air Arabia Maroc.

Asimismo, Aina Calvo aseguró en esa misma entrevista que en ningún momento se ha planteado su dimisión y confiesa que se siente apoyada por el Govern pese a las últimas noticias que reflejan algunas desavenencias con Armengol.