Cala Salada y Caló des Moro han sido las playas elegidas por el servicio de salvamento y socorrismo de Sant Antoni para llevar a cabo los dos simulacros de emergencia que se realizan anualmente. Las actuaciones, informan desde el Ayuntamiento, se han llevado a cabo esta semana organizadas por el departamento de Medio Ambiente "para evaluar el servicio y comprobar los protocolos de actuación en situaciones de emergencia".

El primer simulacro, en las proximidades de Cala Salada, ha consistido en el rescate de dos excursionistas, uno de ellos lesionado de un tobillo. El segundo, en Caló des Moro, ha sido una "emergencia ambiental" y ha consistido en la retirada de un delfín en avanzado estado de descomposición cerca de una zona de baño.

En ambos simulacros ha estado presente la concejala de Medio Ambiente, Neus Mateu, que ha destaco la labor de los socorristas durante la temporada turística, aseguran fuentes municipales. “Con estos simulacros se ha podido evaluar la respuesta del servicio de socorrismo en el municipio y la coordinación del equipo con los diferentes agentes implicados como el 112, el Ayuntamiento, el Govern balear y la Policía Local, así como mejorar la capacidad de respuesta y corrección de errores mediante el debriefing de lo vivido con el equipo y el análisis del simulacro una vez finalizado”, ha explicado la concejala, que ha indicado que las simulaciones se han realizado en los tiempos de reacción y protocolo establecidos.

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Simulacro de emergencia del servicio de socorristas de Sant Antoni Ayuntamiento de Sant Antoni

Mateu también ha recordado que este año se ha mejorado el servicio de socorrismo con la "incorporación de un servicio específico de baño asistido, la ampliación de personal y de horario o el incremento y renovación de los recursos materiales de las playas". En este sentido, ha destacado que se ha incorporado un nuevo kayak y cuatro nuevas sillas anfibias. También se han creado "zonas de sombra en las playas adaptadas y se ha sustituido la torre de vigilancia quemada este verano", asegura.

“Además, seguimos trabajando en la gestión ambiental de las playas de Sant Antoni, reconocidas con los certificados de calidad ambiental EMAS e ISO 14.001 para todas sus playas y el certificado de accesibilidad universal UNE 170.001 para las playas de Cala Salada, Cala Gració y Caló des Moro, que se han renovado nuevamente este año y se suman al distintivo de calidad y seguridad Safe Tourism obtenido en todas las playas del municipio”, ha indicado Mateu.