Diario de Ibiza

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Prueba piloto

Ibiza vuelve a bailar

El propio conseller balear de Turismo, Iago Negueruela, asiste al acto para comprobar el dispositivo de seguridad sanitaria desplegado

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Prueba piloto: Ibiza vuelve a bailar Vicent Marí

Hard Rock Hotel acogió anoche la prueba piloto con la que el sector, agrupado en Ocio de Ibiza, quiere demostrar al Govern que las discotecas de la isla pueden abrir este verano con garantías de seguridad. El propio conseller balear de Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, estuvo presente y pudo comprobar todo el dispositivo desplegado para que los 1.500 invitados pudieran disfrutar de la fiesta ‘Children of the 80’s’ sin temor a contagiarse. Tras superar el ensayo, las discotecas confían ahora en poder reabrir sus puertas a mediados de julio.

«Nos lo merecemos. Llevamos un año en primera línea arriesgando nuestras vidas». Carmen Antelo, técnica de emergencias sanitarias, fue la primera, junto a sus compañeros Pedro y Toni, ambos sanitarios, en entrar ayer en la fiesta ‘Children of the 80s’, que sirvió de prueba piloto para la próxima reapertura, de momento en exteriores, del ocio nocturno. Estaba eufórica: «Somos gente joven. Igual que hemos luchado contra la pandemia, ahora queremos disfrutar», detalló Toni cuando se le preguntó por qué había llegado tan pronto. Antelo también tenía claro a lo que venía: «¿Que si vamos a bailar? Claro, es que tenemos que bailar», dijo subrayando las tres últimas palabras.

Prueba piloto: Ibiza vuelve a bailar

Prueba piloto: Ibiza vuelve a bailar José Miguel L. Romero

«Esto es como un examen», admitía a pie de pista José Luis Benítez, gerente de Ocio de Ibiza, que se pasó la última semana preparando a conciencia la prueba. El sector era consciente de que se la jugaba anoche, por lo que organizó todo meticulosamente, incluso tiró la casa por la ventana para minimizar los posibles errores. Hasta contrataron el doble de los controladores habituales y realizaron más de 400 pruebas de antígenos gratuitamente (de eso se encargó Emergency Staff; de costearlas, Palladium Hotel Group) a los asistentes y a los propios empleados: «Hemos hecho muchos test a todo nuestro personal, ya que muchos, por edad, no han sido vacunados aún. Se les controlará a partir de la semana que viene, como al resto de invitados. Todos los datos los compartiremos con la conselleria balear de Sanidad».

Abel Matutes Prats, Vicent Marí, Iago Negueruela, Abel Matutes Juan y Juan Miguel Costa posan en la terraza VIP.

Hasta Iago Negueruela, conseller balear de Trabajo y Turismo, se desplazó a la isla para, entre otros asuntos, ser testigo del ensayo. «Quiere ver cómo funciona todo, cómo se respira», en palabras de Benítez. El conseller también era consciente de lo que estaba en juego y de que, literalmente, el mundo miraba anoche a Ibiza: «Negueruela acaba de llegar al hotel y me ha comentado ‘esto nos tiene que salir bien, que es el pistoletazo de salida’. Le he dicho que llevo metido en esto mes y medio, a tiempo completo, para que salga perfecto. Esto será el escaparate del ocio de la isla», según Benítez, que calificó al conseller como «el examinador más duro del Ejecutivo balear». Lo sabe de sobra porque lleva meses lidiando con él. Pero el conseller balear de Trabajo vio de primera mano no sólo el funcionamiento de todo el operativo, sino además el empleo que se genera en un evento de este tipo: ayer trabajaron 40 camareros, 37 controladores de acceso, 14 sanitarios, 30 miembros del equipo de mantenimiento y limpieza, y medio centenar de gogós y personal del escenario, así como djs. En total, más de 170 personas.

Para entrar al recinto había que superar dos controles previos: uno de toma de temperatura, otro para acreditar que se estaba libre de covid. | V.M.

Durante la prueba, los propios organizadores ejercieron de autoevaluadores: «Asumimos, mediante los controladores de acceso, que la gente mantenga las normas sanitarias. Estamos muy encima. En la zona para beber sólo se puede beber. En la zona de baile no se puede beber. Hay que ir siempre con la mascarilla… Hemos reforzado la plantilla de seguridad del hotel para que estén encima del público en todo momento. Hay ahora casi el doble: de los 20 que normalmente trabajaban en el ‘Children’ se ha pasado a 37». En las cuatro zonas donde se podía consumir, a alguno, en plena euforia, se le escapó un bailecito, lo lógico, pero enseguida reprimió sus impulsos. Además, los controladores no pasaban una, bien para recordar que había que llevar puesta la mascarilla en todo momento, bien para insistir en que los vasos con bebida no podían traspasar la frontera (diáfana, con grandes aperturas para evitar así que nadie se sintiera enjaulado) con la pista de baile.

Una de las tres zonas donde se podía beber, pero no bailar, y había que permanecer sentado. | V.M.

De los 1.470 asistentes, Benítez calcula que al menos 1.400 eran trabajadores esenciales (sanitarios, agentes de las fuerzas del orden público…), «tanto de primera como de segunda línea, gente que ha demostrado en esta pandemia que es muy responsable». Para entrar al Hard Rock debían pasar dos controles: uno de toma de temperatura; otro para acreditar documentalmente estar libre de coronavirus. Entre ambos, unas líneas marcadas en el suelo para advertir de la necesidad de mantener la distancia de seguridad.

Trabajaron 40 camareros, 37 controladores, 14 sanitarios, 30 de mantenimiento y limpieza y 50 gogós y personal del escenario

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El gerente de Ocio de Ibiza admitía que, pese a las numerosas medidas de control implementadas, no todo saldría perfecto: «Pero las pruebas son, precisamente, para intentar mejorar. Seguro que habrá normas más laxas después de la prueba, pero también las habrá más duras. Y seguro que nos criticarán determinados sectores o empresarios, estamos acostumbrados».

Aunque las puertas se abrieron a las 19 horas, el grueso de los invitados no llegó hasta pasadas las 20 horas. La salida a escena de Passion Dancers a las 20.45 horas fue decisiva para que el público empezara a bailar como en los ‘Children’ precovid, en este caso al ritmo de Village People (’Y.M.C.A’). Quince minutos más tarde, los djs Petit y Vázquez dedicaron ‘The best’, de Tina Turner, a «los que estuvieron al pie del cañón» en la pandemia.

«¡No os imagináis la emoción que sentimos!», exclamó otro de los djs de ‘Children of the 80’s’: «¡Cómo os hemos echado de menos! Ahora nos hemos dado cuenta de que antes de la pandemia vivíamos en la dolce vita [sonaba mientras el tema homónimo de Ryan Paris]», añadió, a la vez que recordó algo que hace dos años habría sonado extraño: «Sois los primeros en bailar en Ibiza este año».

Prueba piloto: Ibiza vuelve a balilar

Mientras, en la zona VIP alternaban y charlaban el conseller Negueruela, la directora general de Turismo, Rosario Morillo; el presidente del Consell, Vicent Marí; el director insular de Turismo, Juan Miguel Costa, y Abel Matutes padre e hijo. Este último conversó largo rato con el titular de Turismo balear, al borde de la terraza VIP, mientras se cernía el ocaso sobre el escenario. Un encuentro en la cumbre muy bucólico. Abel Matutes Prats, presidente de Palladium Hotel Group, anunció que confía en que Ushuaïa vuelva a acoger fiestas, pero con «otro concepto». Espera que sea posible desde mediados de julio. En el caso de Hï, admite que, por estar cubierta, «será complicada» su reapertura: «Tenemos que ser cuidadosos. Puede ser una buena temporada, pero hay que ir con cuidado». Todos temen que un rebrote liquide todo lo logrado hasta ahora. Matutes cree, no obstante, que «pinta bien el segundo semestre», sobre todo los meses finales: «Pero debemos ser muy cuidadosos -reiteró- para no cargárnoslo todo».

«¡Cómo os hemos echado de menos! (...) Sois los primeros en bailar en Ibiza este año»

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José Luis Benítez confía en que la próxima semana, a comienzos de julio, el Govern ya reconsidere, sobre todo tras el éxito de la prueba piloto de anoche, abrir la mano con el sector del ocio nocturno. En esas fechas, el Ejecutivo balear volverá a cambiar las normas de la desescalada, momento en el que el gerente de Ocio de Ibiza espera que ya se fije una fecha para la reapertura de las discotecas: «La idea es seguir el paso de la restauración, ir poco a poco: abrir primero el exterior con determinado aforo y luego, el interior. Mi esperanza es que a mitad de julio podamos estar muchos abiertos e intentar conseguir cierta normalidad desde agosto, sobre todo si seguimos con este ritmo de vacunación». Precisamente, el presidente del Consell aprovechó que tenía cerca a Negueruela para instarle a que se acelere la inmunización de la población ibicenca y, sobre todo, a que «se inyecte ya en Ibiza a todas las edades».

Benítez respira aliviado por que el Reino Unido haya incluido a Ibiza en su semáforo verde: «Hemos tenido una presión tremenda, ha sido muy duro, hemos protestado al Govern (yo mismo lo he hecho) cantidad de veces, me he quejado de todo ante ellos… Y al final me han callado la boca: los resultados están allí, somos la única comunidad autónoma abierta al turismo británico. Por tanto, mal no lo han hecho».

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