Las patronales ibicencas de restauración de Ibiza estudian interponer una demanda colectiva contra el Gobierno central para reclamar indemnizaciones por el periodo que han sido obligados a cerrar por razones sanitarias. Según explicó ayer Juan Olmos, presidente de la Asociació de Bars i Restaurants d’Eivissa (ABRE), las asociaciones del sector quieren presentar un plan común para «seguir presionando y que las ayudas se materialicen de una vez y sepamos cómo se van a repartir los 11.000 millones prometidos por el Estado».
"El problema no es tanto cómo de duras sean las restricciones, sino la falta de ayudas que las acompañan"
Olmos cree que estas ayudas serán principalmente «para avales a los bancos y para quitas de deuda a las empresas que hayan pedido un ICO», algo que considera un «agravio para quienes han tirado de ahorros» sin estos créditos. «Necesitamos ayudas directas», reivindicó. En cuanto a las dos semanas más de cierre en la restauración en Ibiza, Olmos reconoció que «siendo realistas» barajaban esta posibilidad, y añadió que «el problema no es tanto cómo de duras sean las restricciones, sino la falta de ayudas que las acompañan».
Por su parte, la presidenta de Pimeef Restauració, Verónica Juan, expresó su «temor» a que esos 11.000 millones de euros del Estado para ayudar al sector «no lleguen a autónomos y pymes y sean para deducciones fiscales», algo que, considera, beneficiará «a las grandes empresas».
Como Olmos, la representante de Pimeef «no discute» las restricciones sanitarias, pero sí espera «que alguien se haga cargo de los gastos o las consecuencias de estas decisiones políticas». Sobre las medidas anunciadas para Ibiza, Juan lamentó que el Govern balear «dé pie a especulaciones» como la posible apertura de terrazas, y pidió que los anuncios se realicen antes, «dando más tiempo para reaccionar» a los afectados.
Por otra parte, ambas patronales informaron de que ninguno de sus asociados ha recibido todavía la autorización del Consell de Ibiza para percibir la ayuda de 1.500 euros mensuales hasta un máximo de tres meses.
