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Turismo

Los hoteleros alertan del peligro de iniciar una guerra de precios en Ibiza

La presidenta del sector teme que algunas cadenas tiren sus tarifas con tal de llenar las habitaciones, mientras el director insular de Turismo pide a las empresas que se limiten a hacer «rebajas puntuales»

Bañistas en la playa de ses Figueretes el pasado verano. Vicent Marí

Aunque la incertidumbre es absoluta y aún ni se sabe cuándo comenzará la temporada, hay hoteleros que temen que este verano «haya una guerra de precios» en las Pitiusas, como advierte Ana Gordillo, presidenta de la federación Hotelera de Ibiza y Formentera. Gordillo cree que es una posibilidad y que en esa batalla algunos alojamientos, los más pequeños, llevan las de perder: «Es probable que haya hoteles que pongan los precios que les dé la gana con tal de llenar», avisa.

El problema es que, ahora, las reservas están absolutamente paralizadas, de manera que «habrá que vender en el último momento» las 60.000 plazas hoteleras de la isla: «Ahora no se reserva nada. Vamos a ir todos a vender en el último instante. ¿Y a qué precio?», pregunta retóricamente. Bajo, teme, pues «habrá mucha más oferta que demanda». Porque al no conocerse cuándo se podrá abrir Eivissa al turismo ni cuándo estarán disponibles los mercados emisores, la bolsa de la oferta, en vez de diluirse antes del inicio de la temporada o durante esta, como era habitual antes de la pandemia, no parará de engordar. La bola de la oferta se hace cada día mayor.

«Es probable que haya hoteles que pongan los precios que les dé la gana con tal de llenar»

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Gordillo pone como ejemplo que ya hay hoteles de Palma de cinco estrellas «a los que antes sólo podían ir unos pocos pero que ahora han tirado a la baja sus tarifas: «100 euros la noche». «Los pequeños no podemos competir contra eso», añade. «El pasado verano ya se empezó a ver algo parecido. Había hoteles de cuatro estrellas con vistas al mar en Sant Antoni en los que con media pensión, desayuno y cena, costaba 95 euros la habitación doble. Este año podría ser muchísimo peor».

Y eso sucedió un año en el que muchos hoteles no llegaron a abrir: «Pero este, quien cerró el año pasado intentará abrir. Nadie resiste dos años seguidos cerrado, te comen los gastos. Y entonces habrá más competencia». Precisamente, el director del hotel Royal Plaza, Eduardo Manero, ya lo advirtió la semana pasada a este diario: «Nos enfrentamos a unos años en que la rentabilidad hotelera será forzosamente menor. El precio medio bajará, habrá más oferta que demanda».

"El precio medio bajará, habrá más oferta que demanda"

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Para José Antonio Roselló, vicepresidente de la CAEB, economista y hotelero, «existe la hipótesis de que las grandes cadenas podrán hacer una bajada de precios muy importante, de manera que se aproximasen a los de la hotelería pequeña. Esto es algo que ya ha ocurrido en el pasado reciente, como en 2018 y 2019, en algunos momentos». No obstante, opina que esas empresas, antes de proceder a este tipo de soluciones, se mantendrían cerradas: «Tienen una serie de gastos fijos y no pueden recortar precios hasta el punto de que incluso deban vender por debajo del coste».

Admite que «es un peligro real» que se produzca una guerra de precios, si bien, en la práctica, cuando se produjeron antaño esas bajadas «nunca fue hasta el punto de expulsar [del mercado] a los pequeños alojamientos». Porque en estos momentos, «el mercado está bien repartido en la hotelería de Eivissa, ceteris parebus [término económico acuñado por Alfred Marshall que viene a significar ‘mientras las variables permanecen constantes’): el precio importa, mucho, pero, en general, todos los establecimientos competimos desde el punto de vista de la calidad, del servicio, de la imagen de marca que tenemos. El pequeño hotelero tiene su propio nicho de mercado».

Considera más probable que una cadena decida mantener algunos de sus hoteles inactivos y a sus trabajadores en ERTE «que abrir y tirar los precios. Por una simple cuestión de prestigio, además, no lo harán». Sí aventura que «habrá una bajada general de precios», sin hundirlos, este verano respecto al pasado: «Es evidente. No hace falta ser economista para preverlo». Hasta 2022 no cree que «vuelvan a incrementarse las visitas y todo regrese a su cauce».

Juan Miguel Costa, director insular de Turismo de Eivissa, insta a mantener las tarifas «acordes al nivel de la calidad que se da en la isla, que cuenta con una planta cada vez de mayor calidad». «Se ha recorrido -comenta- un largo camino para llegar adonde estamos. Sería una lástima que por las circunstancias que tenemos perdiéramos esa posición. Entrar en una guerra de precios es pan para hoy y hambre para mañana». No obstante, matiza la diferencia entre guerra de precios y bajadas moderadas: «No pido que mantengamos las tarifas este verano, pues las de Eivissa no son precisamente baratas, pero sí que nos limitemos a hacer rebajas puntuales de los paquetes más económicos».

"Entrar en una guerra de precios es pan para hoy y hambre para mañana"

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El problema, a su juicio, «es que como comencemos a hacer importantes descuentos, el de cinco estrellas se pondrá en el baremo del de cuatro, el de cuatro en el de tres, y así sucesivamente. Entraríamos de esa manera en una guerra que difícilmente Eivissa podrá ganar contra destinos con precios mucho más bajos. En esa batalla tenemos las de perder».

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