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Las autoescuelas de Ibiza, cuesta abajo

Su esfuerzo se ve lastrado por el retraso a la hora de hacer los exámenes para obtener el permiso de conducción

Fernando López, director de Autoescuela Residencial, asegura que la falta de examinadores es un «mal endémico» en Eivissa.

Acostumbrados más que nadie a curvas, subidas y bajadas, las autoescuelas de Ibiza comienzan el año cuesta abajo. Tras los meses de verano, en los que les fue mejor de lo esperado, el primer trimestre no tiene buena pinta.

Roberto Juan, director de la Autoescuela Botella y Mediterránea; Francisco Javier Parejo, director de la Autoescuela Santa Eulalia; Toñi Rivas, administrativa de la Autoescuela Bahía, y Fernando López, director de la Autoescuela Residencial, coinciden en afirmar que el año pasado no les fue mal, aunque encaran el 2021 con menos optimismo y mayor incertidumbre.

Francisco Javier Parejo explica que en enero las matrículas han bajado mucho, algo que compensan con los buenos datos de junio a diciembre. No obstante, avista el futuro con temor. «Todo depende de cómo sea la temporada de verano, pero no creo que nos vaya a a ir como el año pasado».

«Doy gracias a dios porque nos vamos manteniendo», dice Roberto Juan. En su opinión, este año el negocio se va a resentir más. «Tras el confinamiento, muchos trabajadores que estaban en ERTE aprovecharon el tiempo libre para aprender a conducir», apunta. Sin embargo, ahora, «con la crisis económica causada por el covid, la poca esperanza en la temporada turística y los bolsillos cada vez más vacíos, vamos a notar un descenso en las matriculaciones importante», vaticina.

Jóvenes estudiantes

La falta de trabajo impulsa a sacarse el carné

El pasado verano, algunos jóvenes que aprovechaban las vacaciones para trabajar en la hostelería, se dedicaron a aprender a conducir.


Retrasos

Siete semanas para hacer el examen

La falta de examinadores provoca que los alumnos tarden unas siete semanas en poder examinarse.

Toñi Rivas añade un motivo más por el que las autoescuelas tuvieron bastantes alumnos en verano y a final de año: la llegada de los estudiantes. «En otras épocas muchos jóvenes que viven en Madrid o Barcelona aprovechaban para trabajar en la hostelería, pero como este año no había tanto trabajo, decidieron sacarse el carné de conducir», opina. En esta autoescuela de Sant Antoni, en verano registraron muchos más alumnos que otros años.

Ana María Punzano y Francisco Javier Parejo, director de Autoescuela Santa Eulalia, posan en la recepción. A.S.E.

Retrasos en los exámenes

Uno de los motivos que también ha causado que las aulas de las autoescuelas se llenaran a final de año es, para Fernando López, la necesidad de tener el carné para acceder a algunas oposiciones laborales como son las de Correos, de policía o guardia civil. Un hecho positivo pero que se está viendo lastrado por la lentitud a la hora de convocar los exámenes de conducir. "Llevamos un retraso de siete semanas", advierte López, por lo que algunos alumnos deciden ir a la Península a sacarse el permiso. Una situación que califica de «mal endémico en la isla» ya que «si llevamos muchos años con falta de examinadores en la Península, en Ibiza el problema se agrava», añade.

Como las fechas de los exámenes se posponen, el director de la Autoescuela Residencial constata que los alumnos «van a trompicones». La explicación es para este profesional de la formación vial que algunos optan por realizar una tanda de clases prácticas y dejan más clases para unos días antes del examen, con lo que a veces se olvida lo aprendido.

También, aunque son pocos los casos, en ocasiones algún alumno ha tenido que volver a examinarse de la teórica porque le ha caducado. A pesar de que hay dos años para aprobar la fase práctica, en algunas circunstancias, el alumno se pone en serio cuatro meses antes del examen, luego la prueba se retrasa más de lo previsto y al final caduca la teórica, dice López.

Desde que el coronavirus llegó a nuestras vidas y se levantó el confinamiento, las autoescuelas volvieron a dar sus clases con algunos cambios. La desinfección de los vehículos cada vez que se baja un alumno, la mascarilla, el gel hidroalcohólico, la separación en las clases y el aprendizaje de la teórica online forman parte del día a día.

La desinfección se extrema en los vehículos que se utilizan para las prácticas. A. S. E.

Entre los cambios, Roberto Juan cuenta que intenta tocar los mandos del vehículo lo menos posible y que inmediatamente limpia lo que toca. Además, confiesa que vive «enganchado al Whatsapp» ya que sus alumnos le preguntan dudas y mandan fotos para completar las clases presenciales y online en directo.

Para el director de la Autoescuela Santa Eulalia lo ideal es que los alumnos vayan al aula lo menos posible, por lo que han reducido el aforo e intenta que cada uno haga los test en su casa.

Roberto Juan, director de Autoescuela Botella y Mediterránea, en una de sus clases con su alumno Daniel Torres. A. S. E.

Por su parte, los alumnos de la Autoescuela Bahía prefieren las clases presenciales, por lo que la autoescuela decidió aumentar el número de aulas y de horas para aprender la teórica, aunque en enero han vuelto a reducir las sesiones, matiza Toñi Rivas.

Sin embargo, en el caso de la Autoescuela Residencial las clases online están pegando fuerte. Fernando López esgrime con satisfacción el dato de hace unos días: récord de 41 alumnos online en una sola clase, una cifra que supera la de 15 o 20 personas conectadas al mismo tiempo.

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