Los trabajadores fijos discontinuos van a poder seguir cobrando la ayuda extraordinaria creada para compensar la crisis del coronavirus hasta el 31 de mayo, en lugar de concluir a finales de este mes, como estaba previsto. Por ello, se va a dar la posibilidad a las empresas de aplazar su llamamiento hasta esa misma fecha, dando así seguridad jurídica tanto a los empleadores como a los asalariados. En cualquier caso, todo ello supone asumir que la Semana Santa de este año puede darse por perdida desde el punto de vista turístico para la mayor parte del sector y que no será hasta junio cuando pueda darse una reactivación, pese a que desde el Govern se insiste en que «no se renuncia a nada» respecto a que se pueda avanzar la fecha de reactivación en la llegada de visitantes, admitiendo también que 2021 va a ser un año «complicado», en palabras del conseller de Trabajo y Turismo, Iago Negueruela.

Estos temas, junto al aplazamiento de las cuotas a la Seguridad Social para empresas y autónomos, centraron la reunión de la Mesa del Diálogo Social que se celebró ayer, y en la que participaron el Govern, patronales y sindicatos de las islas.

En ella se expusieron estas iniciativas reclamadas desde Balears y aceptadas por el Gobierno central, que previsiblemente aprobará hoy las que son de su competencia, al igual que la posibilidad de prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) también hasta finales de mayo.

Estas cuestiones son de un calado enorme a la hora de soportar la paralización de la actividad económica que se está dando en muchas actividades, según reconocieron los agentes sociales y el Ejecutivo autonómico.