Red Eléctrica Española (REE) tiene la obligación de instalar sistemas para evitar la colisión de aves en las torres de alta tensión de Ibiza situadas en zonas consideradas de peligro para la avifauna. La Comisión de Medio Ambiente de Balears, dependiente del Govern, informó favorablemente, en octubre, la declaración de impacto ambiental de la construcción de la nueva subestación eléctrica de Formentera, que forma parte del proyecto del tercer cable entre la Pitiusas, con una serie de condiciones y medidas compensatorias, entre ellas la de adoptar medidas en 20 torres eléctricas de alta tensión en Ibiza para evitar la colisión de aves.

Además, la compañía eléctrica tendrá que hacer una aportación económica no inferior a 50.000 euros para actuaciones de conservación de especies y hábitats en el Parque Natural de ses Salines.

En este caso, esta inversión se debe aplicar en la parte de Formentera del espacio natural protegido, según el acuerdo adoptado por la autoridad ambiental de Balears.

Líneas eléctricas peligrosas

Líneas eléctricas peligrosas

El servicio de Protección de Especies de Medio Ambiente tiene identificadas las líneas eléctricas consideradas peligrosas para las aves en las islas. Red Eléctrica Española debe instalar los mecanismos para evitar las colisiones en estos tendidos siguiendo las condiciones que determina el Real Decreto 1432/2008 que recoge las medidas para la protección de las aves contra la electrocución y el choque con líneas de alta tensión.

Para evitar las colisiones, esta normativa especifica que los nuevos tendidos eléctricos deben incorporar «salvapájaros o señalizadores visuales» (de tipo espiral o con dos tiras) en los cables de tierra cuando así lo determine el órgano competente de la comunidad autónoma. Se deben colocar cada 20 ó 10 metros en función de las características del cableado.

En enero del año pasado, la conselleria de Medio Ambiente dictó una resolución con la relación de tendidos eléctricos peligrosos para las aves situados en las zonas de protección que no se ajustan a las prescripciones del Real Decreto 1432/2008 apuntado anteriormente. En el caso de Ibiza se incluyen seis líneas, con los siguientes nombres: Binimusa, Carlos, Espardell, Gertrudis, Muelle y Vorera. En Formentera hay cinco: Fernando (en la zona de Sant Ferran), Francisco (oeste y sur de la isla), Migjorn, Pilar (la Mola) y Savina (el área del puerto y s'Estany Pudent).

La conselleria de Medio Ambiente especifica que, en el caso de Ibiza, las líneas eléctricas «más delicadas» son la que atraviesa el Parque Natural de ses Salines (se denomina Espardell) porque pueden provocar problemas de colisión de aves. También se destaca el riesgo del tendido Binimusa (en es Cubells y Cala d'Hort) y los tramos más próximos a la costa de las líneas Vorera y Gertrudis (se sitúan en la costa norte de els Amunts) por su proximidad a la zona de nidificación, reciente además, del águila pescadora (Pandion haliaetus).

Dos muertes registradas

Dos muertes registradas

La conselleria balear de Medio Ambiente apunta que en Ibiza están registrados dos casos de aves muertas por el impacto con una línea eléctrica de ses Salines: un flamenco (Phoenicopteus roseus) y una cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris).

La presencia de murciélagos en Ibiza es «muy baja», incluso durante el periodo de migración, lo cual condiciona, según un portavoz de Medio Ambiente, que no se detecten casos de electrocución. «Eso no quiere decir que las líneas no sean peligrosas y que no se tengan que revisar», apunta. De hecho, hace un año se organizó, dentro de un plan de recuperación de murciélagos en Balears, un curso de formación dirigido a agentes de Medio Ambiente sobre inspección de tendidos eléctricos y recogida de cadáveres de animales.