La creación de nuevas infraestructuras públicas domina la agenda de la alcaldesa , si bien aparecen todavía como previsiones de futuro, más que como realidades inminentes. Las mejoras de tipo vial y de movilidad, el nuevo colegio del núcleo urbano, el futuro centro de salud de Puig d'en Valls o la peatonalización de Sant Carles avanzan en su tramitación, aunque otras asignaturas pendientes, como una estación de autobús, tienen aún un horizonte de ejecución relativamente lejano. La alcaldesa comprende las reclamaciones de los empresarios, que, ante la crisis actual, piden la supresión de determinados impuestos. Sin embargo, Carmen Ferrer considera que este esfuerzo lo han de hacer todas las administraciones, y no sólo los ayuntamientos.

¿Qué valoración hace del impacto económico del Covid en Santa Eulària?

Lo primero es bajar los contagios e intentar tener temporada turística en 2021. Este ha de ser el primer objetivo. Lógicamente, con las nuevas restricciones habrá una clara afectación económica, porque la gente no podrá explotar las mesas del interior de los restaurantes. Preocupa el no saber cuánto se alargará esto. Si, cumpliendo las normas, podemos mejorar las cifras y lograr ese corredor seguro al que todos aspiramos para que venga gente, podremos hacer algo. Si no, será complicado. Si se puede recuperar la situación económica, será un mal año, pero nos recuperaremos. Tener otro mal año como ha sido este, sería muy problemático.

Lo que están pidiendo los empresarios, aparte de ayudas, es que se les quiten impuestos, y esto afecta mucho a los ayuntamientos. ¿Qué se está haciendo en este sentido? ¿Se pueden quitar impuestos?

Se tiene que prever. Cada ayuntamiento tiene una situación determinada. Nosotros tenemos posibilidad de quitar ciertos impuestos y el Ayuntamiento de Santa Eulària hará todo lo que sea posible, pero nuestros impuestos son caballo, sota y rey. Nosotros podemos ayudar y estimular. Pero quien realmente han de participar son otras instituciones, ya sea Comunitat Autònoma, ya sea Gobierno español. Nuestra bajada de impuestos ayudará, pero lo que impulsará realmente el asunto será todo el tema de Seguridad Social, impuestos de sociedades, la ecotasa... dependen de otras instituciones. Porque si la única institución que ayuda son los ayuntamientos con sus impuestos.... Nuestros impuestos son los de ocupación de vía pública, canon de playas, tasa de basuras y tal vez el IBI, que lo tenemos lo más bajo que nos permite la ley. Poco más podemos ayudar. Podemos hacerlo, pero los empresarios no han de tener la esperanza de que sólo vaya a ayudar el Ayuntamiento. Han de ser todas las instituciones.

Recientemente, el presidente de la Pimeef ponía el ejemplo de la tasa de basuras y se preguntaba por qué ha de seguir pagando esa tasa un supermercado o un restaurante que ha cerrado o trabaja la mitad...

Sí. Aquí hay dos cosas: lo que podamos hacer durante este año y lo que se vaya a hacer de cara a 2021. En abril presentamos una serie de medidas. Todos confiaban en que hubiera una cierta temporada, que al final ha sido más corta. Reaccionar ahora es complicado. El tema de las basuras: al final, las recoges igual y pagas a la concesionaria igualmente.

¿Se ha notado mucho la bajada de ingresos en las arcas municipales a causa del Covid y la situación económica?

Ahora precisamente podremos saberlo, porque terminamos la recogida de impuestos el 2 de noviembre. No lo sé aún, quizá sea pronto. Pero seguro que habrá una bajada de ingresos, seguro.

¿Cómo piensa usar el Ayuntamiento de Santa Eulària sus remanentes económicos, después de que el Gobierno haya permitido flexibilizar su uso?

Nuestros remanentes son escasos. Tenemos un equilibrio entre gastos e ingresos bastante importante. Los remanentes que nos quedarán no son relevantes, al menos los del año pasado. Si hablamos de los últimos ejercicios, si es cierto que tenemos un remanente de siete millones de euros. Estamos mirando si se puede usar para cualquier tema, pero seguramente lo usaremos en temas sociales o para impuestos. El Estado aún no ha aclarado en qué se podrán invertir. Hay el compromiso (pues he hablado con varios grupos empresariales), de que obviamente irán a ayudar a los empresarios. Pero aún nos han de decir en qué podemos gastarnos ese dinero.

¿Cómo han notado los servicios sociales del Ayuntamiento los efectos de la pandemia?

Se ha notado muchísimo, tanto a nivel de alimentos como de situaciones muy diversas: alquileres, ayudas... Para hacerse una idea, si en junio de 2019 atendimos a 94 familias, este junio hemos atendido a más de 300. Ha habido dos cosas: los servicios sociales propiamente dichos y también mucho interés por los anuncios de ayudas al alquiler, a autónomos, el ingreso mínimo vital del Gobierno, etc. Se produjo un gran atasco por este motivo en servicios sociales y por ello creamos el servicio Santa Eulària Ayuda, con gente que se ocupa de todos estos otros temas.

¿Cuándo tendrá Santa Eulària una estación de autobuses que sea realmente una estación, y no una parada como ahora?

Buena pregunta. Dentro de nada acabará todo el proceso, largo y tedioso, de la modificación puntual de las Normas Subsidiaria, dentro del que se incluye este proyecto. Hay que hacer un buen proyecto, que aún no está definido. Y hay cosas previas a la estación, porque se ha de hacer un proyecto no sólo de la estación, sino de toda la movilidad de esa área, que ha de mejorar la distribución del tráfico hacia Sant Carles o hacia es Canar.

Es decir, que administrativamente aún no se ha hecho nada...

Tenemos el terreno, que son 15.000 metros cuadrados que antes no teníamos, y sobre eso se hará el proyecto. Cuando lo tengamos podré decir: estará la estación en tanto tiempo, pero ahora no sería una estimación real.

En cuanto al nuevo colegio del núcleo urbano de Santa Eulària, ¿en qué situación se encuentra?

Lo que hemos hecho es acelerar los tiempos. Como la parcela que ocupará es muy clara, en vez de esperar los trámites ordinarios, lo que hemos hecho es usar una herramienta administrativa que nos permite la ley, que es la ocupación directa. Lo hicimos en septiembre. Ahora ya hemos puesto el terreno a disposición del Govern balear para que pueda trabajar en el proyecto. La estación de autobús es muy importante, pero el colegio es muy urgente.

También se va a crear un nuevo centro de salud en Puig d'en Valls...

Estábamos buscando varias opciones para construirlo y ya hemos acordado poner a disposición del Govern un terreno de 1.140 metros cuadrados. El Govern está ya trabajando en el proyecto, porque ya tienen a disposición el terreno.

En cuanto a saneamiento de aguas, la oposición denunciaba recientemente que la nueva depuradora lleva dos años de retraso...

En 2018 se habló de hacer una nueva depuradora, pero se daba por supuesto que se había llegado al tope de la capacidad de depuración de la actual. Pero en 2019 su capacidad de carga era del 65%. No significa que no hagamos una nueva depuradora, pero en realidad, en estos momentos, lo que nos interesa es que la actual depuradora haga tratamiento terciario y depure mejor. Y luego valoraremos con Abaqua, mirando nuestras Normas Subsidiarias, la urgencia o necesidad de otra depuradora. Quizá ampliando la actual tenemos suficiente. Los técnicos dicen que ya hay demasiado cemento. Con un 65% tenemos bastante margen.

La entrada en funcionamiento de la nueva planta de triaje de residuos de Ca na Putxa ¿provocará una subida del recibo de la basura a los vecinos?

No sabemos qué subida, pero seguramente. Esto es algo que se ha de trabajar, nos hemos de sentar y ver qué supondrá. Es un tema del máximo interés para los ayuntamientos saber qué conllevará. Tendremos que ver quién paga el incremento de costes que ha supuesto esta planta.

¿Esperan recibir ayudas para este tema?

Esperamos que sí. Hay que ser realistas. Hay que ver de qué estamos hablando. Lo lógico es que el Govern balear ayudara a que este aumento del coste no tuviera que pagarlo el ciudadano. Lo ideal sería que lo asumiera el Govern. Pero, de momento, el que está llevando el tema de la planta de triaje de Ca na Putxa es el Consell.