La transformación del tramo de carretera que atraviesa Sant Carles en un vial peatonalizado es un proyecto que data de los primeros años de Vicent Marí como alcalde de Santa Eulària, pero todavía no se ha ejecutado. La actual alcaldesa asegura que las cosas están avanzando, de modo que primero pueda completarse la circunvalación que rodea el pueblo y luego pueda acometerse la peatonalización de la calle interior.

El proyecto de la circunvalación «está acabado» y, aunque falta que los técnicos den el visto bueno final a algunos detalles, está listo «para sacar a concurso». «La idea que aportamos, y creo que no habrá problema, es que podamos conveniar el coste con el Consell y que nosotros podamos llevar a cabo esta circunvalación», añade Carmen Ferrer.

Está previsto que a la entrada del pueblo se construya una pequeña rotonda y se rectifique un tramo de la circunvalación que ya se puso en marcha hace unos años.

Otro de los proyectos para los que ha pedido ayuda al Consell es el de la creación de una conexión «tanto para peatones como para ciclistas» entre el barrio de Siesta y el núcleo urbano de Santa Eulària, que el equipo de gobierno considera poco y mal comunicados. En la actualidad, se está trabajando ya en un proyecto que determinará la mejor forma de establecer este «paso seguro» entre ambos núcleos para quienes no circulen en coche.

En cuanto a la carretera de Santa Eulària, la alcaldesa evita realizar una valoración categórica de cómo han quedado las obras, ya prácticamente terminadas. «Vamos a ver cómo funciona cuando esté en marcha», afirma. Y señala que «el siguiente paso» ha de ser la rotonda que el Ayuntamiento ha solicitado al Consell en el cruce de Los Cazadores para evitar que se formen allí atascos. En todo caso, destacó que lo relevante es también que las obras realizadas han de permitir no sólo solucionar la circulación hacia Santa Eulària, sino también a través del pueblo de Jesús.

En relación con el creciente número de caravanas que proliferan por el suelo rústico, incluso en invierno, la alcaldesa opina que debe actuarse en el conjunto de la isla para erradicar este problema, puesto que, «aunque el Ayuntamiento aplica su ordenanza sobre este tema, luego estos vehículos se van a otro municipio». «Es algo que nos supera y la capacidad de control es limitada», señala Carmen Ferrer, quien sin embargo recuerda que «se imponen sanciones».