Una auditoría externa encargada por el Servicio de Salud balear en 2018 a la empresa Tragsa ha hallado "graves deficiencias" tanto en la "estructura como en el servicio mantenimiento" del bloque quirúrgico del hospital Can Misses.

Tras estas conclusiones, el servicio de Salud ha comunicado que ha notificado cuatro expedientes sancionadores graves por un valor de 380.000 euros a la empresa concesionaria, que ha recurrido ante la jurisdicción contencioso-administrativa.

La auditoría externa se llevó a cabo después del trabajo previo de la auditoría de los técnicos del Área de Salud de Ibiza y Formentera tras la aparición de moscas en los quirófanos. El Servicio de Salud determinó encargar una auditoría técnica externa con la empresa Tragsa para verificar la situación a finales de 2018.

El objetivo de la auditoría técnica en el Hospital Can Misses era analizar y evaluar el estado técnico, principalmente del bloque quirúrgico.

Así, se inspeccionó la calidad de la construcción y su estado de conservación, y el uso que se realizaba para identificar hábitos de operativa o de conservación inadecuados. La auditoría la llevó a cabo Tragsa a través de dos técnicos: una arquitecta y un ingeniero industrial.

La auditoría se centró principalmente en el análisis del bloque quirúrgico, como la seguridad industrial de las instalaciones o la seguridad frente al riesgo biológico.

El Govern todavía no ha informado de las medidas a tomar tras la resolución de la auditoria, pero ya en 2018 aseguró que rescatar «una concesión de 563 millones de euros es un tema complicado que tiene que estar muy muy justificado».