La catedral de Ibiza despide a las víctimas del coronavirus

La catedral de Ibiza acogió a última hora de la tarde de ayer la misa en memoria de todos los difuntos a causa del coronavirus, en la que estuvieron presentes varias familias de la docena de víctimas que ha dejado la pandemia en Ibiza y Formentera.

La ceremonia se llevó a cabo para un aforo limitado a 150 personas, entre las que se encontraban representantes de las fuerzas de seguridad, del Consell de Ibiza y todos los municipios, aunque, en el caso del Ayuntamiento de Vila, no contaba con la presencia de miembros del equipo de gobierno, pero sí de la oposición. También se encontraban representantes insulares en el Congreso de los Diputados y el Parlament balear.

Cinco voluntarios de la Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio se encargaron de las labores de organización, recibiendo a los asistentes a la misa e indicándoles el lugar que tenían reservado, en el caso de familiares, autoridades e invitados. El resto de feligreses que quisieron acompañar en este acto de homenaje también pudieron participar en el oficio religioso, ya que, aunque por poco, el templo no llegó a completar su aforo.

Medidas de seguridad

Antes de la ceremonia, la presidenta de la Cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio, Nieves Jiménez, explicó desde el altar las medidas de seguridad y de prevención que debían seguir todos los presentes. Así, recordó que las mascarillas debían mantenerse puestas durante toda la misa, salvo el breve instante que necesitaran los feligreses para recibir la consagración.

Posteriormente, el administrador diocesano de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas, inició la misa de homenaje con unas sentidas palabras de recuerdo para todas las víctimas y sus familiares, «y por todos aquellos que siguen enfermos en sus casas y hospitales».

También agradeció a los profesionales de la sanidad, las fuerzas y cuerpos de seguridad, las autoridades y los voluntarios «por el gran esfuerzo que han hecho durante estos meses». «Esta pandemia ha golpeado a los que, creyéndonos de hierro, hemos acabado demostrando que, finalmente, somos como vasijas de barro», comparó Ribas durante la homilía.

Para este ceremonia de homenaje, el altar estuvo presidido por la talla del Santísimo Cristo del Cementerio de la iglesia de Santo Domingo. «Nos encomendamos a su protección al igual que hicieron nuestros antepasados en 1864, cuando la gran epidemia de cólera acabó con la vida de más de 2.800 personas en Ibiza y Formentera» recordó Ribas. El administrador también se encomendó a la protección de la patrona Santa Maria de les Neus, a cuya advocación está dedicada la catedral, así como del patrón de España, Santiago, del que hoy se celebra su festividad

Oración por las víctimas

El momento más emotivo de la ceremonia llegó con la oración del Papa Francisco a las víctimas de la pandemia del coronavirus, que fue leída por Lina Boned, cuyos padres murieron en abril a causa de esta enfermedad, con tan solo un día de diferencia. «Lo más triste de todo es que no nos pudimos despedir de ellos y fallecieron solos», confesaba, visiblemente emocionada, tras finalizar el homenaje.