«Nadie se va a quedar en la calle, eso hay que dejarlo claro». Así de tajante respondió ayer la consellera ibicenca de Bienestar Social y Recursos Humanos, Carolina Escandell, a ser preguntada por este diario sobre el futuro de la veintena de personas sin techo que permanece en el refugio habilitado por la institución insular en sa Blanca Dona durante la crisis sanitaria causada por el coronavirus.

Escandell no sólo tuvo que responder a Diario de Ibiza; varios de los usuarios de este centro provisional han mantenido informados a los medios de comunicación tanto de su situación como de su periplo por diferentes administraciones ante la evidencia de que este centro se va a cerrar, como reconoce la consellera, porque está habilitado en un polideportivo y porque además ya se ha levantado el estado de alarma y el confinamiento. Y tienen miedo a volver a quedarse en la calle. Pero Escandell matiza que no se hará «hasta que todos tengan una alternativa».

La responsable de Bienestar Social confirmó que una representación de estos usuarios se reunió en el Consell «durante dos horas con una técnica» de este departamento, que atendió sus reclamaciones. «Debe de haber un teléfono roto porque hemos estado en contacto con ellos de manera permanente», replicó Escandell al respecto de las exigencias de estas personas sin techo.

En cualquier caso, insistió a este diario: «Nadie se quedará sin alternativas, nadie se quedará en la calle. De hecho, estamos trabajando para encontrar una instalación provisional hasta que tengamos a nuestra disposición el nuevo centro [temporal para personas sin hogar] de sa Joveria. Pero mientras tanto, se les ofrecerá una alternativa a todos».

La consellera detalló que buscarán salidas para que estas personas puedan alojarse «en pensiones, apartamentos... Y se lo dijimos cuando vinieron al Consell. Los trabajadores sociales de Cruz Roja, de la conselleria y los técnicos de los diferentes ayuntamientos están trabajando de manera coordinada para buscar soluciones», por lo que dijo no entender sus críticas.

De la veintena de personas alojadas en sa Blanca Dona, la mayor parte, alrededor de 18, corresponden al municipio de Ibiza, cuyo Ayuntamiento ya ha anunciado que tiene identificados a seis, que son usuarios de sus servicios. El resto están empadronados o residen en Sant Antoni y Santa Eulària, detalló Escandell.

La consellera envió ayer un Whatsapp a la concejala de Bienestar Social, Carmen Boned, proponiéndole una reunión urgente. Desde Vila informaron: «La consellera proponía reunirse el lunes, pero Boned le ha informado de que el lunes está fuera de la isla. Estamos a la espera de que se cierre una fecha».

«Si hay alguien cuya situación no la asuma su ayuntamiento correspondiente -agregó la consellera-, la asumirá el Consell, lo tenemos clarísimo. Absolutamente nadie quedará sin alternativas. El Consell no se esconde y hemos actuado con total transparencia».

Escandell disculpó a los usuarios del centro por su insistencia («hay que ayudarles en lo que sea», dijo), y justificó su comportamiento: «Venimos de un estado de alarma, es una situación tensa y hay muchos nervios».