La Policía desaloja a cien personas de la cala es Calonet

Las reiteradas advertencias de las administraciones públicas sobre la necesidad de actuar con precaución durante la desescalada del estado de alarma, y observar las medidas de protección, parece que no han hecho mella aún en una parte de la población. Sobre todo en lo que se refiere a la fundamental de esas medidas: mantener la distancia de seguridad entre personas.

Un ejemplo es lo que se encontraron los agentes de la Policía Local de Sant Josep en la tarde del miércoles en es Calonet, junto a Cala Tarida, después de recibir el aviso de que había una elevada concentración de personas en este punto de la costa.

Un ciudadano les llamó alertando de que más de un centenar de personas se habían reunido allí y al llegar a la pequeña cala de aguas turquesas se encontraron a decenas de bañistas, con presencia de perros, gente por encima de los techos de las casetas varadero y numerosos grupos de botellón.

La Unidad de Seguridad Ciudadana comprobó que la aglomeración de gente hacía imposible respetar la distancia mínima que se tiene que mantener respecto de otras personas y grupos para prevenir el contagio del Covid-19. Por este motivo, los agentes procedieron a ordenar a los presentes que abandonaran la playa, que quedó desalojada en pocos minutos, según informó ayer el Consistorio a través de una nota de prensa.

Grupos de botellón

Grupos de botellón

La Policía también comprobó que, a pesar de que había grupos de bañistas que se limitaban a disfrutar del lugar y sus aguas para bañarse con tranquilidad, también había personas repartidas sobre las casetas varadero, «una práctica imprudente dada la baja estabilidad de este tipo de construcciones», según la nota del Ayuntamiento.

Había personas acompañadas de sus mascotas, que estaban sin atar, y también grupos consumiendo alcohol. Muchos de los presentes se retiraron del lugar tan pronto como detectaron la presencia de los agentes de policía, para evitar una sanción. Para facilitar la evacuación sin incidentes, los policías optaron por agilizar las salidas en lugar de denunciar las infracciones.

«Todavía no estamos a salvo y tenemos que mantener las precauciones para no volver donde estábamos hace dos meses», advirtió ayer el concejal de Policía de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero. «Tenemos unas playas maravillosas y suficientes kilómetros de costa como para poder evitar aglomeraciones como esta que ha forzado la intervención policial», dijo.