El pleno del Ayuntamiento de Santa Eulària aprobó ayer inicialmente, no sin polémica, la modificación puntual de las Normas Subsidiarias del municipio que corresponden al núcleo de Cala Pada s'Argamassa, para adaptarlo a los términos de la sentencia del Tribunal Supremo que le dio la razón al residencial Los Pinos, que recurrió una sentencia anterior del Tribunal Superior de Justicia de Balears. En la modificación, el pinar mantiene la protección asignada y reconocida en la sentencia.

El pleno aprobó con los votos a favor del grupo popular y de Unidas Podemos y la abstención del socialista esta modificación, que aumenta la edificabilidad de la citada finca del 0,26 al 0,35%. Esto supone que los propietarios dispondrán de 7.091 metros cuadrados edificables en vez de los 5.426 que quería el Ayuntamiento.

A pesar de que todos los grupos coincidieron en señalar que no había discusión posible al respecto, puesto que es una sentencia judicial, hubo batalla política. El debate derivó en una polémica acerca del conjunto de Normas Subsidiarias que afectan a la toda la zona de Cala Pada y s'Argamassa y en una crítica por parte de la oposición a las políticas del PP en el Ayuntamiento.

Para el portavoz socialista, Vicent Torres, «este es el resultado de 40 años de políticas urbanísticas erráticas del PP en el Ayuntamiento y de tomar decisiones sin un plan general a largo plazo». «Esto no pasa porque sí, sino porque en su día alguien de su partido decidió que esa zona debía ser urbana», aclaró Torres.

Por su parte, el portavoz de Unidas Podemos, Óscar Rodríguez, afirmó: «Más que urbanismo, este es un ejemplo del no urbanismo que se ha hecho durante mucho tiempo en este Ayuntamiento». Y añadió que «antes de las pasadas elecciones se retiró, pero el plan ha seguido su curso normal».

La concejala de Servicios Territoriales, Cristina Tur, achacó el «caos urbanístico» a los legisladores, lo que provocó un revuelo en las filas contrarias y se desató un debate cruzado en el que tuvo que poner orden la alcaldesa, Carmen Ferrer.

Antes, el pleno aprobó el punto número cuatro sobre el programa transitorio 2020, del contrato de residuos. En este plan se incluyen modificaciones para mejorar la recogida selectiva, más tecnología y aumento de jornadas y horas de trabajo en determinadas zonas y en temporada turística. Su coste es de 157.475 euros.

Fue aprobada con los votos a favor de Unidas Podemos y la abstención del PSOE.

La concejala de Medio Ambiente, Mónica Madrid, anunció que Santa Eulària «está tres puntos por encima de la media de Cataluña en recogida selectiva de envases, papel y cartón y vidrio». Con 20% de recogida selectiva es el primer ayuntamiento de la isla en este apartado. Además, aseguró que se había reducido en un 6% la entrada de rechazo en el vertedero .

Las principales mejoras son un aumento de las jornadas contratadas de servicio de limpieza de las calles con agua, pasando de 112 a 156 (un tercio más), así como 75 jornadas de limpieza con máquina de vapor para eliminar chicles y manchas incrustadas en el suelo. También se incluye más personal a pie de calle para poder cubrir los diferentes parkings disuasorios y la recepción de la red de suministro de agua de La Joya, que pasará a ser pública.

Colillas

Por otro lado, se incrementan los días de recogida semanales en temporada alta para los denominados productores singulares de manera que se pueda dar un mejor servicio y se incentive la separación y el reciclaje entre las grandes empresas.

Además, fue aprobado el primer punto de una moción socialista para atajar el problema de la contaminación provocada por las colillas que se tiran a la vía pública. Este punto reclama que se hagan campañas de concienciación entre la población.

Otro punto de conflicto fue la propuesta del PSOE para establecer la carrera profesional horizontal en el Consistorio. El PP lo rechazó por considerar que no era el momento apropiado.