Todos los partidos políticos representados en el Parlament balear, salvo Vox, votaron ayer a favor de revalidar el decreto del Govern balear contra el turismo de excesos que entró en vigor hace pocos días tras ser publicado en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB). La norma, como destacó ayer el Govern, es pionera en Europa para poner fin al turismo de excesos, borracheras y balconing en el West End de Sant Antoni y en otras dos zonas turísticas de Balears, ubicadas en Mallorca.

El conseller de Turismo, Iago Negueruela, volvió a calificar de «valiente e innovador» este decreto y destacó el apoyo unánime que ha suscitado entre los sectores empresariales y vecinales afectados.

El decreto prohíbe, entre otras cosas, el funcionamiento de las bodegas de 24 horas y contempla la expulsión de los hoteles de los turistas que realicen prácticas inadecuadas, que se enfrentan al pago de multas de hasta 60.000 euros.

Con ocasión del debate, Negueruela aseguró que esta normativa era «necesaria, pionera y es una apuesta por la calidad», y deploró las imágenes que se emiten cada verano de algunos destinos de Balears como sinónimo de borracheras, peleas, abusos, precipitados y destrucción del mobiliario urbano.

El objetivo de esta iniciativa, agregó, no es recaudar dinero a través de las multas que se impondrán, sino poner fin a este tipo de conductas, que hay que «erradicar» de manera inmediata.

«No podemos permitir más conductas que suponen muertes y accidentes», agregó.

También dijo que el Govern tiene previsto reunirse con turoperadors de Gran Bretaña y Alemania para explicarles el contenido de este decreto.

«Pedimos un voto de confianza para este verano» en la aplicación del decreto, rogó Negueruela.