Los que me conocen saben que pocas veces me pongo seria, pero hoy toca.

Nadie en su sano juicio te recomendaría dar comida de baja calidad a los niños de manera habitual o dejar a las indefensas criaturas ante programas o películas que pudieran trastornarles. Sin embargo, es más que normal regalar libros infantiles que destacan por una pésima calidad o no son adecuados para la edad de los destinatarios. Con toda la buena fe del mundo y pensando que de este modo estamos alentando el hábito lector, nos lanzamos a la compra de un libro cualquiera. Y aquí no vale todo.

Pero, ¿cómo saber qué título comprar o sacar de nuestra biblioteca más cercana?

Como consumidora de libros infantiles, algunos para regalar o contar y muchos para consumo propio, aprendí algunas cosas; del trabajo esporádico en una preciosa librería especializada, a cargo de una auténtica experta, otras muchas. Hago un cóctel (sin alcohol, que hablamos de niños), y te lo sirvo.

Lo primero y quizás lo más importante, conoce los gustos de la criatura. ¿Le van los coches, la astrología, los caballos, las aventuras de piratas, los cuentos de hadas? No le juzgues, no intentes imponer tu criterio, (bueno, un poco sí, luego te cuento). Puede que tú opines que ya es hora de pasar a lecturas más maduras o, por el contrario, creas que aún es demasiado pequeño para interesarse por temas científicos. Da igual. Si queremos fomentar la pasión por la lectura lo más práctico es colarlo junto a otro gusto ya adquirido.

Después, toca lanzarse a por el libro. Si conoces a un librero o librera de confianza, tienes un tesoro: déjate asesorar. En caso contrario, busca una buena librería. Los profesionales serios suelen conocer lo que venden y para quién lo venden.

Pongamos, por ejemplo, que tu hijo de ocho años es un apasionado de la mitología (me consta que los hay) y quieres un libro para él. Así pues, coges el primero que tiene la palabra «mitos» en la portada, pero? ¿Es el lenguaje demasiado técnico, farragoso? O, por el contrario, ¿simplista y condescendiente? ¿Tiene ilustraciones atractivas? ¿Los libros son manejables para su tamaño, o no demasiado? Y la selección de historias, ¿es la adecuada o son mitos oscuros y poco conocidos?

En tu librería podrán, en el mejor de los casos, recomendarte dos o tres títulos para que puedas escoger y te asesorarán de los puntos fuertes de cada título. Y ahí sí: tú impones tu criterio, (¡si la criatura no te acompaña, claro!).

Si, por desgracia, no encuentras el asesoramiento literario que necesitas, no dudes en entrar en la red. Internet está lleno de páginas especializadas. Pero, ándate con ojo. Igual que hemos de hacernos una serie de preguntas para seleccionar un buen libro, también debemos plantearnos si el consejo de tal o cual página o foro es el adecuado. En ocasiones, las editoriales pagan a youtubers o blogueros para ensalzar tal o cual título en lo que resulta ser publicidad más o menos encubierta. En otras ocasiones es más sutil y simplemente comparten editorial y/o amistad con el autor del libro en cuestión. Pero si nos tomamos el tiempo y la paciencia necesarios, encontraremos unas cuantas direcciones a las que recurrir en busca de consejo.

Para acabar con el tema, por el momento, sólo queda dar el preciado objeto a la afortunada criaturita que lo va a disfrutar, si hemos acertado en los pasos dados hasta ahora. Pero aún me queda un último consejo: por favor, no envenenes este regalo con reproches si no es recibido con el entusiasmo que tú esperabas ni conviertas su lectura en una obligación tediosa; tampoco examines a la personita tras la lectura. Preguntar simplemente «¿te va gustando lo que lees?» será suficiente para iniciar una conversación sobre el libro y sus personajes. Pero procura que sea espontánea y distendida.

Tus niños imitan lo que ven. ¿Quieres que lean? Pues procura que te vean leer.