«En casi todos los programas electorales ya aparecieron compromisos de mejora de la educación de los niños de cero a tres años. Sin embargo, durante los dos primeros años del periodo este tema prácticamente no apareció en los debates políticos del Parlament», afirma Vicenç Arnaiz en su artículo del 'Anuari de l'Educació' en referencia a la legislatura 2015-2019.

Anteriormente, Arnaiz destaca que los avances se produjeron «a tirones», sin continuidad, destacando dos momentos: 2008-2009, «cuando el Parlament impulsó medidas necesarias de equidad para los niños de 0-3 años», y 2007-2011, cuando se pasó de 66 « escoletes autorizadas» en Balears a 217.

El autor afirma que no se pueden hacer políticas educativas «sin vincularlas a políticas sociales de infancia» y vuelve a disparar a los políticos por el gasto que supone a las familias la escolarización de sus hijos menores de tres años, ya que pocas pueden acceder a las plazas públicas: «La mayoría de los partidos con presencia en las Cortes españolas prometen gratuidad en la educación 0-3. Sin embargo, cuando gobiernan parece que no se acuerdan.

El psicólogo también hace hincapié en la «capacidad y la madurez» de los profesionales que atienden a los niños en las escoletes y que «contrasta con las malas condiciones laborales que se recogen en la mayoría de convenios».