El capitán marítimo de Ibiza y Formentera, Luis Gascón, se refirió ayer de nuevo al grave incidente que protagonizaron el martes los pilotos de las embarcaciones 'Kontiki II', de 20 metros de eslora, de la compañía Aquabus, y el ferri de Baleària 'Bahama Mama', de 154 metros, que a punto estuvieron de chocar en es Freus. «Ninguno de los dos barcos realizó una maniobra exquisita, eso es una evidencia, porque estuvieron a punto de colisionar», dijo Gascón, que no reveló detalles acerca de la investigación en curso. «Estamos analizando la actividad en ambas partes, su nivel de responsabilidad [en el incidente]», añadió el capitán marítimo, en referencia a Baleària y Aquabus.

«No puedo entrar en detalles técnicos, pero lo importate es que todos los navegantes cumplan con las normas, y con la velocidad, en canales angostos [como es el caso de es Freus] y ver en qué se puede mejorar», agregó Gascón. El 'Kontiki II' zarpó de Vila rumbo a la Savina, y el ferri de Baleària realizaba la ruta Palma-Eivissa-Denia. Ambos navegaban en la misma dirección en la zona de es Freus cuando el buque grande se acercó por detrás al pequeño, y comenzó a hacer sonar la bocina porque ambas embarcaciones entraron en rumbo de colisión. Baleària explicó que el ferri «advirtió de su presencia mediante varias pitadas largas, ya que por sus dimensiones y calado, la capacidad de maniobra del 'Bahama Mama' está restringida». Como el 'Kontiki II' seguía «en rumbo convergente» de colisión, «el 'Bahama Mama' se vio obligado a evitar el abordaje parando máquinas», dijo la naviera.

Por su parte, los responsables de Aquabus, una vez analizadas las circunstancias del incidente y ver los vídeos que grabaron los pasajeros del 'Kontiki II', despidieron al capitán del barco de forma tajante. La empresa justificó el despido por «poner en riesgo a los pasajeros». Una vez evitado el choque entre los barcos, que habría supuesto una tragedia, el ferri contactó con urgencia con la embarcación de Aquabus por si la tripulación necesitaba a algún tipo de su ayuda.

En ese momento, el patrón del 'Kontiki II' informó de que una pasajera había saltado al mar, muy asustada por la cercanía del ferri, pero que no necesitaban ayuda porque tenían la situación bajo control. Fue una brasileña que, presa del pánico, al ver acercarse el casco del buque de Baleària se lanzó por la borda. La mujer regresó nadando hasta la embarcación y fue rescatada por la tripulación. Ya en tierra, en la Savina, pasó un examen médico. No sufrió daños más allá de alguna picadura de medusa.

«Sea de quien sea la culpa, nuestros clientes no debieron vivir esa situación», recalcó un portavoz de Aquabus, que dijo que la compañía se sentía «avergonzada» por lo sucedido. Dijo también que la empresa se reserva sus propias conclusiones hasta que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos se pronuncie acerca de lo ocurrido el martes.