Capitanía Marítima de Ibiza y Formentera ha abierto una investigación para esclarecer las causas que originaron el incidente vivido el pasado martes al mediodía en la zona de es Freus «con riesgo de abordaje», es decir de colisión, entre el barco de la compañía Aquabus 'Kontiki II', de 20 metros de eslora, que salió de Vila rumbo a la Savina, y el ferri de Baleària 'Bahama Mama', de 154 metros de eslora, que realizaba la ruta Palma-Eivissa-Denia.

Fuentes de la naviera Baleària explicaron ayer en un comunicado que su ferri 'Bahama Mama' detectó el pasado martes, a las 12.38 horas, en el paso de es Freus, a «una embarcación que llevaba rumbo de colisión, el 'Kontiki II', a la que advirtió de su presencia mediante varias pitadas largas, ya que por sus dimensiones y calado, la capacidad de maniobra del 'Bahama Mama' está restringida». Al comprobar que la otra embarcación, de mucho menor tamaño que el ferri, seguía «un rumbo convergente» de colisión, «el 'Bahama Mama' se vio obligado a evitar el abordaje parando máquinas», precisa el comunicado.

Capitán despedido

Una vez evitado el impacto, el ferri contactó inmediatamente con la embarcación de Aquabus por si precisaba asistencia. El patrón del 'Kontiki II' les informó de que una pasajera había saltado al mar, pero que no precisaban ayuda y que tenían la situación controlada. Tras conocer las circunstancias del incidente y analizar los vídeos que los pasajeros grabaron desde el 'Kontiki II', y que fueron colgados en las redes sociales, la naviera Aquabus actuó ayer rápidamente y despidió al capitán del barco implicado en el incidente de forma fulminante. Fuentes de esta naviera justificaron la medida, al margen de las conclusiones que determine la investigación, por «poner en riesgo a los pasajeros» que estaban embarcados en ese viaje.

Un riesgo que fue evidente en el caso de una pasajera brasileña que viajaba en el barco de Aquabus y que, presa del pánico, al ver acercarse al buque de Baleària se lanzó al agua. La turista volvió nadando hasta la embarcación y fue inmediatamente rescatada por la tripulación. Una vez en tierra, pasó un examen médico sin que se le detectaran problemas respiratorios ni heridas, salvo alguna picadura de medusas. «Sea de quien sea la culpa, nuestros clientes no debieron vivir esa situación», recalcó el portavoz de la naviera. La misma fuente manifestó que la compañía se sentía «avergonzada» por lo sucedido. No obstante, la empresa se reserva sus propias conclusiones, teniendo en cuenta las circunstancias en las que se produjo el incidente, hasta que Capitanía Marítima se pronuncie sobre lo ocurrido el martes.

Investigación en curso

El capitán marítimo de Ibiza y Formentera, Luis Gascón, explicó ayer que «como siempre que hay una incidencia» había abierto una investigación. Añadió que se produjo «una situación de riesgo de colisión que debe ser investigada, y que Capitanía «analiza si se han hecho las cosas correctamente o no en cada lado, ya que el riesgo fue tanto para el barco pequeño como para el grande, en un entorno complicado como es Freus, un lugar con mucho tráfico y poco calado».

Luis Gascón precisó que analizarán «las conductas de ambos capitanes» y recordó que las conclusiones oficiales las redacta un organismo independiente: la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos.

La línea marítima entre las Pitiusas está considerada como la de mayor tráfico del Mediterráneo occidental, con una media de pasajeros al año de más de 2,2 millones de personas. Las once millas de distancia que separan los puertos de Ibiza y Formentera soportan en los meses de verano 169 trayectos de embarcaciones de línea al día, que ofrecen las cuatro compañías de pasaje y carga mixta que operan durante estas fechas en aguas pitiusas.

A ese movimiento diario de barcos hay que añadir el tráfico de los ferris que enlazan Ibizacon Palma y la Península, además de los centenares de embarcaciones de recreo, privadas y de compañías de alquiler, que navegan por estas aguas en verano y que necesariamente deben cruzar por la zona es Freus.