Santa Eulària celebra su Santo Encuentro más gris

Hasta el último momento estuvieron mirando al cielo en Santa Eulària, temerosos de que la lluvia obligara a cancelar la procesión del Santo Encuentro, suspendida ya en Vila a consecuencia de la lluvia (se hizo en el interior de Santa Cruz). Sin embargo, a pesar de que la mañana de domingo estaba plomiza y del ligero chirimiri que mojaba las calles, la Esperanza y el Cristo Resucitado, madre e hijo, se reencontraron, saludaron y bailaron en el centro de la localidad, donde les esperaban cientos de personas, móvil en ristre. Todos ellos aguardaban el momento en el que la Virgen, tras ver a Jesús acercarse, se desprende del velo negro, símbolo del luto por la crucifixión de su hijo. Las imágenes, acompañadas de decenas de manolas ataviadas con la mantilla blanca del Domingo de Resurrección y con rosarios y rosas blancas en las manos, se hicieron reverencias, para las que los costaleros tuvieron que hincar la rodilla en el asfalto, y marcharon juntas hacia el Puig de Missa. (Ver galería de imágenes)