El pasado 18 de marzo, el Secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, en su discurso para inaugurar la conferencia internacional 'Reducir la contaminación del aire de los barcos en el Mar Mediterráneo', celebrada en la sede de la Representación de la Comisión Europea en Madrid, dejó claro que el Gobierno de España está a favor de la creación de un Área de Control de Emisiones en el mar Mediterráneo (Med-ECA), en el marco de la Organización Marítima Internacional (OMI), con la participación de todos los países ribereños de este mar. Esta declaración supone un claro avance sobre posiciones de anteriores gobiernos.

Este evento, organizado por un conjunto de organizaciones europeas que trabajan para conseguir un transporte marítimo más sostenible, reunió a responsables del Gobierno español (además de al ya citado Secretario de Estado de Infraestructuras, al Director General de Marina Mercante del Ministerio de Fomento y a la Subdirectora General de Calidad del Aire del Ministerio para la Transición Ecológica) y del Gobierno francés; a responsables municipales (el Alcalde de Ibiza, su homólogo de la ciudad italiana de Civitavecchia y el Comisionado de Ecología del Ayuntamiento de Barcelona); representantes del sector portuario (European Sea Ports Organisation); entidades ecologistas; y a destacados expertos nacionales (del Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC) e internacionales en la materia.

Grave problema

Grave problema

La Subdirectora General de Calidad del Aire del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) refrendó la gravedad del problema de la contaminación atmosférica, tanto desde el punto de vista de salud pública como del medioambiental, y destacó la coincidencia del Miteco con el Ministerio de Fomento al respecto de la creación de una Med-ECA, iniciativa que valoró.

La representante del Instituto de Ciencia de la Atmosfera y del Clima (CNR-ISAC) de Italia hizo una presentación muy interesante sobre los daños al patrimonio histórico-artístico en ciudades costeras provocados, de forma significativa, por la contaminación procedente de los barcos. En ese aspecto también insistieron los representantes de las ciudades anteriormente mencionadas.

Se presentaron los resultados recientes de los beneficios del Área de Control de Emisiones (ECA) para el azufre (SECA) en vigor desde 2015 en el mar Báltico, mar del Norte y Canal de la Mancha, que demuestran una disminución de los niveles de contaminación atmosférica de hasta el 80% desde la introducción de dicha SECA en el norte de Europa. Con respecto a los beneficios económicos, según la presentación del experto danés del Danish Ecological Council, el conjunto de la sociedad se está ahorrando 18,5 millones de dólares en costes sanitarios por cada 3,8 millones de dólares invertidos en combustible para barcos con un contenido de 0,1% en azufre (en lugar de usar el combustible promedio -hoy día- de contenido de 2,7% en azufre).

Sin duda alguna, las presentaciones más esperadas fueron las de los informes del Gobierno francés y el de la Comisión Europea, los cuales demuestran claramente la viabilidad técnica y económica de la creación de una Med-ECA.

Quedó, pues, bien patente, que el instrumento más eficaz para reducir la contaminación del aire generada por los barcos es la designación de un Área de Control de Emisiones para el azufre y para el nitrógeno en todas las aguas europeas y en el conjunto del mar Mediterráneo. Por otra parte, la creación de una ECA en aguas europeas restablecerá un marco de igualdad en el mercado único, donde los operadores de buques y los puertos del sur y del oeste de Europa sean sometidos a los mismos requisitos regulatorios que se exigen en el norte. El establecimiento de normas de control de emisiones más estrictas en Europa es clave para garantizar la sostenibilidad de las industrias marítimas de la UE, la creación de empleos en el sector y la competitividad económica.