El integrante del Programa de Orientación y Transición a la Universtat que visitó ayer Ibiza, Miquel Amorós, defendió la equidad de los alumnos de las Pitiusas que estudian en la UIB. Varias familias han denunciado que la universidad balear se paga con sus impuestos pero que, en la práctica, a un pitiuso le resulta mucho más caro estudiar en Palma que a un mallorquín. Amorós señaló que el precio de la residencia de la UIB ronda los 500 euros y que, además, los estudiantes cuentan con becas. De la misma forma, afirmó que hay estudiantes de Mallorca que, debido a la distancia de sus localidades con Palma, también se quedan en la residencia o tienen que asumir el coste de la gasolina o el transporte, situación que equiparó a la de los pitiusos. «A los alumnos de Alcúdia o Capdepera también les cuesta dinero estudiar en Palma», zanjó.