El hotel Piscis Park, el más céntrico del casco urbano de Sant Antoni (justo en la entrada) y uno de los que tienen más habitaciones (366, sólo superado por el Ibiza Rocks, con 400), es desde hace décadas ejemplo del turismo barato que caracteriza a Sant Antoni. Con sólo dos estrellas de categoría, el establecimiento ha funcionado a lo largo de su historia más como almacén de hooligans que como pacífico alojamiento de turistas. Pero, al fin, esto va a cambiar. Tan pronto como termine la actual temporada, los obreros empezarán a desmantelar el interior del edificio para someterlo a una total reforma y convertirlo en un hotel de cuatro estrellas.

Playasol Ibiza Hotels, propietaria del inmueble, transformó ya el año pasado los hoteles Marco Polo I y Marco Polo II, también a la entrada de Sant Antoni, y los pasó de dos a tres estrellas. Pero ahora, la transformación del Piscis Park, se convertirá seguramente en la obra de mejora más relevante que haya conocido la planta hotelera del casco urbano. Pero no será la única. Playasol ya tiene en marcha la futura conversión del Aparthotel del Mar (frente al Club Náutico), de dos estrellas, en otro establecimiento de cuatro. Se trata de un local con casi 100 habitaciones que se sumará a esta esperanzadora tendencia. El cambio en el perfil de la clientela que conllevarán los nuevos precios y la nueva oferta de estos locales podría contribuir a sustituir el turismo de borrachera que aún caracteriza a Sant Antoni por otro de mayor calidad.

El nuevo Piscis Park

«Llevamos muchos meses e incluso años trabajando en este proyecto», afirmó ayer el director general de Playasol, Antonio Domenech, quien recordó que hace sólo dos años su empresa ya remodeló por completo el hotel Algarb de Platja d'en Bossa, que pasó igualmente de dos a cuatro estrellas.

El nuevo Piscis Park (conservará al menos el término Piscis en su nombre) comenzará a nacer en pocas semanas. «La única duda que aún tenemos es si podremos realizar toda la obra en una sola temporada o en dos», señaló Domenech, quien desearía poder terminarla de la forma más rápida posible. «No querríamos pasar una temporada turística en blanco», afirmó.

El proyecto de remodelación, cuyo presupuesto superará los diez millones de euros, no cambiará el volumen del edificio ni tampoco variará el número de habitaciones, en todo caso reducirá su número en dos o tres por las nuevas suites previstas. «Una de las cosas que sí cambiarán será la piscina, que ahora tiene tres metros de profundidad y, al ser demasiado alta, tapa gran parte de la vista sobre la bahía, por lo que se rebajará un poco», explicó el director general de Playasol Ibiza Hotels desde su despacho en la sede del grupo en Ibiza. En cuanto al restaurante, «no será el tradicional bufet», sino que se ofrecerá también un servicio novedoso.

La reforma del establecimiento se hará siguiendo las directrices y criterios propios de la cadena Playasol, que «tiene la vocación de que todos sus hoteles sean de tres o de cuatro estrellas». «No queremos ninguno de cinco, pero tampoco ninguno por debajo de tres», señaló Domenech, quien indicó que cada año, desde que la cadena cambió de propiedad, se está reformando algún hotel importante. «Hemos estado reinvirtiendo el 100% del beneficio de la empresa desde el minuto uno», señala.

El objetivo es «apostar por el turismo familiar», como se ha hecho en otros hoteles del grupo. Si bien muchos de ellos son adult only y no admiten niños (lo que parece contradecir este objetivo), en algunos se ha terminado dando marcha atrás y ahora sí están orientados a las familias. El Piscis Park es actualmente un adult only, pero «se está valorando» que deje de serlo, anticipa Domenech.

«Optimismo ante el futuro»

El director general de Playasol se declara «optimista» sobre el futuro turístico de Sant Antoni y de Ibiza en general.

A su juicio, si se continúa por la senda de la mejora de la calidad en los establecimientos del núcleo urbano, llegará un momento en que el West End dominado por el turismo de borrachera «no tendrá futuro».

«El turismo masificado y de poca calidad de Sant Antoni se va diluyendo poco a poco», considera, gracias precisamente a iniciativas como esta, y también de otros grupos hoteleros, que están apostando por aumentar de categoría.

Playa Sol se muestra también agradecida al Ayuntamiento de Sant Antoni por la agilidad con que se han tramitado los permisos para la reforma del Piscis Park. «No queremos que se nos den facilidades, pero al menos que no se pongan obstáculos», señala el responsable del grupo.

«Corrección turística»

«Se dice que la temporada ha sido mala, pero hay que tener en cuenta que hace dos años fue excepcionalmente buena y lo único que ha pasado es que ahora ha habido una corrección. No hay que ponerse nerviosos, creo que hay que enviar un mensaje de tranquilidad», afirma el director general de la cadena.

De los 35 establecimientos que tiene el grupo en la isla de Ibiza, ocho se encuentran en el municipio de Sant Antoni y la mitad han sido ya reformados o están en vías de serlo. Así y todo, «aún queda mucho trabajo por hacer en Sant Antoni». Ocho hoteles más se hallan al otro lado de la bahía de Portmany y el resto se reparten entre Platja d'en Bossa y Vila.

La cadena que creó el llamado 'hotelero pirata' Fernando Ferré, que fue condenado a prisión por los delitos cometidos en la gestión de sus hoteles, ha pasado en muy pocos años de ser una fuente de conflictos y denuncias a convertirse en un ejemplo de mejora de la calidad, sin necesidad de caer en el lujo extremo, al que Playasol ha renunciado deliberadamente en favor del turismo familiar.