El tricampeón mundial de Fórmula 1 Niki Lauda tenía una esperanza de vida de 3 a 7 días antes de que se le trasplantase el pulmón el pasado jueves.

Según la publicación austriaca OE24 Lauda, que trabaja para la escudería Mercedes, llegó a Ibiza tras el Gran Premio de Austria. Fue entonces cuando comenzó a toser. Pero se fue al GP de Gran Bretaña y su situación empeoró al regresar a Ibiza. Entonces voló con su avión privado a a Austria, donde fue ingresado en la UCI del Hospital General de Viena.

A medida que la situación empeoraba el equipo médico decidió que el expiloto necesitaba un trasplante de pulmón y fue incluido en la lista de Eurotransplant, donde se inscriben a los pacientes a los que sólo les quedan entre 3 y 7 días de vida si no se les interviene.

Finalmente se encontró un donante en Hamburgo (Alemania), quien fue trasladado inmediatamente a Viena tuvo lugar el trasplante, una operación que duró unas seis horas.

El procedimiento fue complicado ya que Lauda había tenido dos trasplantes de riñón y en abril se le insertó un stent tras un ataque cardiaco leve.

Ahora se está recuperando, aunque permanecerá ingresado al menos cuatro semanas más.