La gerente del Fomento del Turismo clama contra la ecotasa: «Es una estafa, una tomadura de pelo. Se dice que es un impuesto que revertirá en cada territorio para amortiguar la huella del turismo, pero no sabemos en qué se lo gastan. Entre 2016 y 2018, Ibiza habrá recaudado 35 millones de euros. ¿Vamos a ver esos 35 millones invertidos en la isla?». Asegura que a los hoteleros les está provocando «problemas en las recepciones. Los clientes habituales, el año pasado más o menos lo entendían; pero este tienen que pagar el doble. Las facturas que se les cobran por la ecotasa son importantes», advierte.

A su juicio, «la última gracia es que el Govern decida ahora construir viviendas sociales con ese dinero. No hacen falta más pisos sociales, sino que vuelva al mercado residencial el negocio en negro que hay ahora mismo de viviendas». Y se pregunta, «¿cuántos pisos sociales se están alquilando ahora mismo a los turistas?».

En ese sentido, afirma que este año «no es que no haya vivienda para los trabajadores, es que no hay ni trabajadores». Las cifras de contratación (que cayó en junio un 11%, un 16,7% en el caso del sector hostelero) y desempleo reflejan «que en realidad ha disminuido el número de demandantes de empleo. No es que haya caído el paro, es que ha descendido el número de personas que en Ibiza están apuntadas a las listas de SOIB para encontrar trabajo, pues no están físicamente en la isla», señala Nogales.