Síguenos en redes sociales:

Entrevista

"El decreto de catalán reventará por algún lado"

El delegado del Colegio de Médicos de Baleares cree que el catalán debe ser un mérito, no una obligación

"El decreto de catalán reventará por algún lado"Vicent Marí

Está a punto de cumplir los 75 años y no sólo no piensa en jubilarse sino que Lluís Cros, dermatólogo de Barcelona, afronta un segundo mandato al frente de la delegación pitiusa del Colegio de Médicos de Balears, que ha vivido unas elecciones polémicas con retirada de candidatos. El que fuera jefe de Dermatología del Área de Salud Pitiusa reconoce que al principio pensaba «qué asco» al ver algunas dolencias de su especialidad, las mismas que ahora le parecen «fascinantes».

¿Por qué siempre hay jaleos en las elecciones del colegio?

Bueno, la gente quiere acceder al cargo y emplean las formas menos oportunas para ganar. Supongo que quieres saber qué ha pasado en Palma.

Quiero saber qué piensan aquí de lo que ha pasado en Palma.

Sólo me puedo remitir a la junta electoral. Decidió que una persona que iba como cabeza de lista no era elegible y la descartaron. La número 2 dijo que no estaba dispuesta a seguir y otros cinco se retiraron. Sólo había una candidatura aquí, otra en Palma y otra en Menorca. Accedo al cargo porque no se ha presentado nadie más.

¿Y cómo se siente?

Pues me hace ilusión esta labor, pero le doy vueltas a qué significa que no se presente nadie más.

¿No tienen nada de lo que quejarse ni por lo que luchar?

Exacto. La gente no tiene ganas de implicarse. Hay muchas cosas por hacer. Si no nos hubiéramos presentado, ¿quién habría? Los estatutos no recogen la opción de que no se presente nadie. Me gustaría saber las ganas que tiene la gente de que se arreglen las cosas.

¿Qué hay que arreglar?

Lo primero, la sede del Colegio de Médicos. Estamos en un lugar impresentable. En la anterior legislatura nos entrevistamos con todos los alcaldes que pasaron, que no fueron pocos. Tenemos un terreno en Puig des Molins, la licencia y el proyecto y no nos dejan construir. Pero luego nos dicen que como no hemos construido nos retiran la licencia. ¡Han sido ellos los que no nos dejaron construir! Ahora el PGOU dice que es rústico. Los alcaldes nos envían al Consell y allí no nos dicen nada. Si no nos dejan construir, que nos den una indemnización o una permuta. Pero Ayuntamiento y Consell dicen que no tienen espacios. Pensamos continuar.

¿Qué más tienen en agenda?

Me preocupa la poca implicación de los colegiados en la institución. Pasan olímpicamente y lo único que realmente les preocupa es para qué pagan una cuota. Debe haber más comunicación de lo que se ofrece. Apoyamos a los médicos jubilados, queremos saber qué quieren tener. Y también centrarnos en los residentes, programas de formación. Hay que arreglar el sistema de las videoconferencias, es un poco anacrónico y se hacen cursos en Palma y en otros lugares y no se pueden seguir adecuadamente desde aquí por los problemas tecnológicos.

¿La falta de implicación es con el colegio o algo generalizado en las nuevas generaciones?

Las que no se implican nada son las viejas generaciones. Dicen que no se hacen cosas, pero más de una vez nos hemos encontrado organizando un curso y lo hemos tenido que suspender porque no se apuntó nadie. Eso, a mí, no me gusta. Hay pocas ganas de que se hagan cosas.

¿Qué opina del decreto de catalán?

El catalán tiene que ser un mérito, no una obligación. Unos dicen que no se ha ido nadie por eso y otros que sí. Lo que es real es que hay profesionales que ya ni se plantean venir por el decreto. Está fuera de contexto. Soy catalán, ibicenco, como quieras, y no hay ningún problema a la hora de atender a los pacientes. No se dejan de curar enfermedades por la falta de catalán. Con la falta de profesionales que tenemos en las Pitiusas, si ponemos más inconvenientes, será peor.

¿Cree que si el momento nacional actual fuera otro no se habría politizado tanto?

Si estuviéramos en una situación más normal seguramente no pasarían estas cosas. Tengo muy claro que el decreto de catalán se lo han metido sus socios de gobierno al PSOE, que ha tenido que tragar.

¿Qué cree que pasará?

Que reventará por algún lado. Debe hacerse mucha presión para que esto vaya para atrás. Estamos a las puertas de las elecciones, es el momento de apretar. Si ganan otros, igual este tema desaparece.

Creo que está un tanto politizado y hay gente de un bando que quizás no está de acuerdo con el catalán pero que no fue por no significarse con quien lo planteaba. Todo absolutamente politizado.

¿La sanidad, en el día a día, también?

Algo politizada está porque las personas que trabajan en la sanidad tienen una ideología. Hay un gerente de área y cada vez que hay elecciones y cambia el partido político, lo cambian.

El anterior gerente dijo que estos cargos no debían ser políticos sino profesionales. ¿Coincide?

Totalmente. No puedes colocar a una persona que igual no tiene la capacidad sólo porque tiene una ideología política.

¿Le han ofrecido un cargo directivo alguna vez?

Afortunadamente, no. Hubo movimientos en algún momento, pero no. El tema de Can Misses es que hay problemas que están desde siempre y nadie les mete mano. Además de enfrentarte a tus compañeros. Al cabo de unos años vuelves y te van a decir de todo.

¿Ha pensado alguna vez entrar en política?

Me lo han pedido, pero como lobo estepario que soy me gusta más ser ajeno a cualquier ideología y arremeter contra quien sea. Fui delegado de facultad en los 60, en Madrid, y luego en un sindicato médico. Viví la política en unos años muy difíciles y vi cómo funcionan las cosas: por real decreto de quien manda. Esto ha pasado, continúa pasando y pasará.

Le nombro conseller de Salud. ¿Cuál es su primera decisión?

No sabría por dónde comenzar, pero el decreto del catalán me lo cargaba. Y pondría gente con capacidad y con ganas de arremeter con los problemas en los puestos directivos. Con esto ya tendría trabajo.

¿La dificultad para encontrar médicos es el principal problema de la sanidad pitiusa?

Sí. Aquí la vida es carísima, la cesta de la compra se te lleva una gran parte del sueldo, desplazarte fuera de la isla es un problema, es caro y a veces no puedes salir. Si tiene familia y sólo trabaja uno de la pareja, no es asumible. Y los costes del alquiler están fuera de mercado. Pagar entre 1.200 y 2.000 euros con lo que estás ganando... ¿Cómo vas a traer aquí a una persona? Canarias, comparativamente, lo tiene mejor que aquí. Con el cuento de que están consideradas de ultramar tienen un régimen muy especial, pero como estamos en el Mediterráneo somos unos pringados. ¿Por qué tenemos que pagar autopistas y trenes de alta velocidad mientras aquí estamos desprotegidos? Si no se dan unos incentivos no vendrá nadie.

¿La calidad de la sanidad aquí es buena?

Sí, tanto en la pública como en la privada. Esto es por la implicación de algunos profesionales, hay quien se implica mucho.

Implicar. El Movimiento Pro Radioterapia es una muestra de que cuando la gente se pone...

Consiguen cosas, sí. Pero para ello hace falta tener unos líderes que se impliquen hasta el final. Recuerdo las caras que me ponían el presidente y el conseller de Salud. No sé si les daba miedo. Hay que dar guerra.

Y no dejar que ningún partido se apropie de la lucha, ¿no?

Sí, había políticos que venían a las reuniones porque les iba bien a su imagen, pero no les dejamos coger la bandera.

¿Tiene pensado jubilarse?

Mientras el cuerpo aguante, no. Me lo planteo, pero lo que hago me gusta. Disfruto. ¿Por qué tengo que dejar algo que me gusta, me distrae y con lo que creo que ayudo a la gente?

¿Se aburriría?

No, ya me darían trabajo en casa.

¿Lo suyo es vocación?

Totalmente. Uno de los problemas que encuentro en la medicina es que hay gente que son médicos porque tenían que ser algo, no porque les guste.

¿Se puede ser médico sin que te guste la gente?

Hay especialidades que no lo necesitan, como Radiología. Te dicen que les gusta lo que hacen, sin contacto directo con el paciente.

No hay quien encuentre radiólogos.

Hay una carencia impresionante. Se han inventado lo del anillo radiológico. Recuerdo a Quique López,que te decía que luego no fueran a buscar una segunda opinión de una persona que ha hecho un informe desde Pernambuco y a quien no hay manera de encontrar si tienes una duda. El radiólogo debe estar en contacto con los profesionales que pedimos las pruebas.

Cuando escuchamos Colegio de Médicos muchas veces la palabra que nos viene a la cabeza es...

Corporativismo. Una de las cosas que debe hacer el colegio es aproximarse a la sociedad. El colegio ha sancionado a médicos. Hay un código deontológico que hay que seguir. El público, en general, no se entera de estos casos y piensa que defendemos las meteduras de pata de los demás. No es así.

Todo el mundo se equivoca en el trabajo, el problema es que la equivocación de un médico puede tener consecuencias graves.

Sí, pero ¿quién se equivoca? El que más trabaja. El que no hace nada no se equivoca nunca. No somos dioses, somos humanos. En un momento determinado tienes una falta de visión y metes la pata. Es razonable.

¿Qué piensa un médico cuando mete la pata?

Lo siente mucho, indudablemente. Yo, por suerte, he tenido pocas meteduras de pata, pero me ha preocupado ver que no he sabido darme cuenta de ese problema. Debes reconocer que te has equivocado y arreglarlo como puedas.

¿La gente es más comprensiva si se le da una explicación sincera?

Sí, aunque hay de todo. Algunos te dicen que van a buscar una indemnización que te vas a cagar.

¿Las administraciones o las empresas les apoyan?

Sí, el médico es un trabajador y debe estar apoyado por sus jefes.

Usted ha sido jefe.

Sí, creo que lo llevaba bien, no sé cómo se lo tomaban los demás. Siempre he hecho lo que pensaba que debía hacer. Lo que no puedes es esperar sólo a fin de mes para ver la nómina. Hay que implicarse muchísimo y si hay que hacer unas horas más, pues se hacen. Para eso tienes la responsabilidad. De cómo lleves el servicio dependerá cómo funcione ese servicio. Ser jefe no quiere decir que sea profesionalmente el mejor, sino que tienes una capacidad de organización. Te tienes que ganar la implicación de tus subordinados porque si no lo haces te pondrán palos en las ruedas.

¿Echa de menos sanidad pública?

Sí, era muy bonito estar en Can Misses. Son formas diferentes de trabajar. En la sanidad privada tienes más autonomía y en la pública hay unas normas y un horario que la gente no sabe cómo cumplir y trata de escaquearse. Conseguir el material en la privada es mucho más fácil. Si necesito algo lo hablo con el jefe y se compra. En la pública, no. En Can Misses recuerdo que programamos la compra de una máquina. Tardó años en llegar y no era la que queríamos.

¿Qué echa de menos, entonces?

Pues que veías más enfermedades diferentes, casos más complejos y que, además, trabajabas con un equipo grande. Aquí, aunque somos varios, sientes que estás sólo ante el peligro, no convives con tus compañeros. Allí la sensación era más de equipo, de familia.

Pulsa para ver más contenido para ti