El equipo de gobierno socialista de Sant Josep descarta que el Grupo Empresas Matutes pueda ejecutar el plan de expansión proyectado hace ya algunos años en Platja d'en Bossa, que incluye, junto a sus hoteles y discotecas, la construcción de un gran centro comercial, viviendas y un campo de golf. En el nuevo planeamiento urbanístico, sólo se contemplará el reconocimiento de las edificaciones construidas con licencia, con la aplicación de la disposición transitoria 14 de la nueva ley regional de urbanismo. «No habrá cambios de uso ni un mayor aprovechamiento urbanístico», destaca Ángel Luis Guerrero, segundo teniente de alcalde y responsable del área de Urbanismo, que recuerda que la ordenación urbanística es «una competencia municipal».

Guerrero coincide con su partido, el PSOE, en que la enmienda de Podemos (el texto se consensuó finalmente con PSOE y Més para su aprobación) que se ha incorporado ahora a la ley de simplificación reglamentaria de la Comunitat Autònoma para evitar que pueda aumentar el aprovechamiento urbanístico y los cambios de uso en los terrenos de Matutes, no cambia su situación tras la aprobación de la nueva legislación urbanística balear. «Es redundante», indica el concejal, quien defiende que la disposición transitoria 14, sin más añadidos, «ya impedía que se pueda construir más». «No cambia nada. Lo que pretendíamos, que era que no hubiera más crecimiento, ya se había conseguido», añade.

Este es el mismo argumento que esgrime el grupo del PSOE en el Parlament, cuyo diputado Damià Borràs reconoce que se apoyó la propuesta, que califica de «placebo» porque «ni quita ni añade nada», para contentar a Podemos.

Legalización en unos años

La legalización de las edificaciones de Platja d'en Bossa que quedaron desclasificadas tras la aprobación de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) durante el gobierno autónomo de Jaume Matas, del PP, en 1999, «no se efectuará mañana ni probablemente en los próximos años», puntualiza Guerrero, en referencia a la larga tramitación que conlleva la aprobación de un nuevo planeamiento urbanístico.

Todos estos terrenos están clasificados como suelo rústico en aplicación de una sentencia, que dio la razón al Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) en un recurso contencioso administrativo en contra del Plan Territorial Insular (PTI) aprobado en el año 2005.

En su día, dichos terrenos, al igual que otros en Cala Tarida, que también se podrán legalizar, fueron desarrollados con licencia municipal de obra y actividad, pese a que, previamente, no se habían cumplido las obligaciones urbanísticas previas.

Cala Tarida: más gente afectada

Para legalizar los terrenos, tal como prevé la DT 14, los propietarios tendrán la obligación de formalizar las cesiones de terrenos (para equipamientos públicos) que en su momento no se hicieron y, en el caso de que no sea posible físicamente, se podrá sustituir con «un pago en metálico».

«La idea es reconocer lo existente, la realidad, lo que se construyó con licencia. Los usos actuales, hoteleros, no se pueden negar», recalca Guerrero, quien subraya que, pese a que el foco está puesto en Platja d'en Bossa, para el Ayuntamiento es «mucho más importante» la zona de Cala Tarida puesto que afecta a «mucha más gente». «Hay una ingente cantidad de viviendas que han sido vendidas en unos terrenos que han quedado desclasificados. En Platja d'en Bossa hay cuatro hoteles, con una gran ocupación, pero el número de personas afectadas es muchísimo mayor en Cala Tarida», recuerda.

La disposición transitoria 14 se incorporó en la ley de Urbanismo a propuesta del Ayuntamiento de Sant Josep, y con la oposición de los partidos de Podemos y Més, para evitar el posible pago de indemnizaciones a los propietarios, según defienden tanto el PSOE como el Ayuntamiento. Guerrero asegura que «no ha habido ningún contacto» con el Grupo Matutes para tratar la situación urbanística de sus terrenos.