José Antonio Torres, oficial de la Policía Local de Santa Eulària desde hace 12 años y policía de este municipio desde 1995, aún está de baja por el servicio por el que recibió ayer, en la XI Diada, la Cruz al Mérito con distintivo azul. El 27 de mayo de 2016 se jugó la vida para salvar la de una turista italiana que estuvo a punto de ser atropellada por un todoterreno en la calle Sant Llorenç. A las tres horas de ese mismo día ella fue dada de alta, pero él todavía sufre las secuelas. «Fue un acto instintivo. Vi que un vehículo iba a arrollar a una mujer y fui corriendo hacia ella para apartarla. Ella recibió un golpe, pero yo sufrí fracturas en la tibia, peroné y en la pelvis», recordó Torres, mientras se apoyaba en una muleta. «No pensé lo que me podía pasar a mí, simplemente reaccioné al ver la situación», sostuvo el oficial, que recuerda apenado que se perdió el nacimiento de su hijo porque estaba en el hospital por las lesiones causadas por este accidente.
Este oficial, ovacionado por el público, fue uno de los 94 policías locales que recibieron menciones especiales y diplomas en la XI Diada de la Policía Local de Ibiza, celebrada ayer , desde las 12 hasta las 14 horas, en la sede de la UIB.
Tras la breve introducción musical a cargo de la violinista Laura Boned y el pianista Miguel San Miguel, el jefe de la Policía Local de Vila, Manuel Ayala, ofreció el discurso inaugural. El anfitrión de esta Diada recalcó el esfuerzo de los policías locales porque son capaces de hacer «más con menos». «Nuestro esfuerzo es incuestionable y tenemos que decir alto y claro que constituimos un cuerpo de seguridad necesario. Colaborar con quienes nos visitan es una obligación e incrementar la seguridad de la población, una obligación», manifestó Ayala, que felicitó a los condecorados por «su constancia».
Plantón a Cladera
El máximo responsable de la Policía Local de Vila le cedió el turno a la consellera balear de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera. «Los policías son los ojos del municipio y constituyen un cuerpo de seguridad clave, por lo que desde nuestras competencias, que es la coordinación, queremos mejorar este servicio y por ello aprobamos la Ley de Coordinación de la Policía Local de Balears», señaló Cladera. Su discurso fue interrumpido por una veintena de policías locales que se levantaron de sus asientos y abandonaron el salón de actos de la extensión universitaria en Ibiza de la UIB.
Se trataba de un acto de protesta por parte de los policías interinos, al que se sumaron sus familiares y otros compañeros funcionarios de carrera, contra los cambios que contempla la nueva ley. El punto más polémico es la modificación del sistema de selección, que introduce la oposición para acceder a la categoría de policía local por lo que, como consecuencia, los interinos deberán aprobarla para conseguir una plaza fija.
David Joel, uno de los 40 policías interinos afectados en Ibiza, explicó que no se tiene en cuenta su experiencia ni sus méritos. «La nueva normativa está muy bien, pero no integra a los interinos y si no aprobamos la oposición nos vamos a la calle», criticó este policía de Sant Josep en el exterior de la antigua Comandancia. De hecho, en junio del año pasado el Tribunal Superior de Justicia de Balears dictaminó que los ayuntamientos no pueden contratar interinos.
Mientras tanto, el acto protocolario continuaba con la proyección de imágenes de las cinco policías locales de la isla. A continuación el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, y la concejala de Seguridad, Estefanía Torres, entregaron cuatro cruces a la constancia por servicio al cuerpo durante 25 años, una medalla con distintivo blanco y 13 diplomas por «un excepcional cumplimiento de su servicio al cuerpo», entre los que destaca la reanimación cardiopulmonar a un menor que practicaron Roberto Sánchez y Cristina Carmona.
El Ayuntamiento de Sant Josep, por su parte, homenajeó a 23 de sus agentes. Dos de ellos recibieron medallas por sus 25 años de servicio y otros cuatro, 15. Entre los 17 policías que recibieron diplomas, destacan Juan Antonio Ribas, Rubén Nicolás y Francina Ibáñez por la detención el pasado 23 de julio del autor de un robo con fuerza de un vehículo que huyó tras provocar un accidente de tráfico.
Sant Antoni también reconoció la labor de 23 policías locales. El policía Carlos Juan Grivé, recibió la Cruz al Mérito Policial con distintivo verde por su labor como guía de la perra Lala en las prestación de servicios policiales.
Medalla para Lala
A Grivé, que también forma parte del Equipo Nocturno Especial de Verano (ENEV), no le importó que la agente canina le robase el protagonismo, sino todo lo contrario: le colgó una medalla, lo que provocó las carcajadas del público y la aglomeración de personas alrededor del escenario para captar una instantánea de la simpática Lala. La misma distinción recibieron el oficial Félix Ramos y a los agentes Ángel Luna y Sebastián García la Cruz. En su caso fue por la «tarea prolongada en el tiempo en la defensa, promoción y protección de los derechos y libertades públicas». Los nueve miembros del ENEV también recibieron un diploma por su labor.
El Ayuntamiento de Sant Joan, por su parte, condecoró a Juan López, José Torres, Antonio Durán, Benito Agúndez y Roland Korsini por el «excepcional cumplimiento de su servicio y su dedicación para la mejora del servicio policial y la seguridad ciudadana».
Por último, Cladera y el director general de Interior y Emergencias del Govern, Pere Perelló, entregaron los diplomas a los diez nuevos policías locales tutores de Ibiza, que han recibido formación para actuar en los centros con los jóvenes de cada municipio.
Tras el acto, Perelló insistió ante los periodistas que los interinos contrarios a la nueva ley son «una minoría». «A estos policías no se les puede conceder una plaza fija sin aprobar una oposición, sería ilegal», concluyó.
