Laura Royo Marí, de madre ibicenca (de Sant Llorenç) pero nacida en Barcelona, presentó anoche en Ibiza el proyecto Nacras: «El principal objetivo de esta charla es explicar lo que está sucediendo con la nacra ( Pinna nobilis). Las primeras observaciones de esta gran mortalidad en el Mediterráneo occidental se hicieron el 28 de septiembre de 2016 en Ibiza. Desde entonces nadie ha ido a la isla a contar qué es lo que pasa con ese bivalvo. Los ciudadanos podemos ayudar dando a conocer nuestras observaciones en una plataforma de ciencia ciudadana ( www.observadoresdelmar.es), un portal muy sencillo de utilizar».

¿Quiénes fueron los primeros en darse cuenta del problema?

Primero fue detectada por una empresa que hace servicios medioambientales, como evaluaciones de impacto ambiental. Uno de sus miembros había trabajado anteriormente con la científica Salud Deudero, una de las personas que más sabe de nacras del Mediterráneo, y se lo notificó.

¿Cuántos observadores desean captar en las Pitiusas?

En el mar, cuantos más observadores haya, mejor. Quizás 20 o 30 personas. Es importante tener muchos ojos donde ya se han detectado las infecciones, por si se encuentra alguna nacra viva. Todo aquel que bucee, si ve alguna viva o muerta es muy importante que lo comunique. Y en las zonas donde aún no se ha detectado la infección, como por el norte de Cataluña, en algunas zonas de Italia y en el Mediterráneo más oriental, es importante tener los ojos abiertos para ver si llega en algún momento. Cuantos más observadores, mejor.

¿Se sabe cómo y de dónde llegó el protozoo que afecta a las nacras?

No se sabe, pues ni siquiera se conoce de qué especie se trata. Se sabe que es del género haplosporidium. Es un protozoo parásito. Pero no se sabe aún la especie. También se ignora cómo llegó. Se barajan hipótesis. Por ejemplo, que llegara como otros animales invasores, traídos por barcos, en aguas de lastre, por acuicultura? Hace un par de décadas se produjo un episodio de mortalidad masiva de ostras producido por un parásito de este mismo género. En ese caso llegó por acuicultura? y aún no se ha recuperado totalmente. Pero no se puede afirmar que en el caso de las nacras sea por esa razón.

Que Ibiza fuera el primer lugar donde se detectó, ¿significa que todo empezó aquí?

No. Una semana después de verse en Ibiza, el 4 y el 5 de octubre, ya se observaron las primeras mortalidades masivas en Andalucía. No pudo ser tan rápido. Probablemente, el protozoo ya estaba en todas partes.

El pasado año se detectó en Ibiza la muerte masiva de gorgonias. Los análisis han descartado que el origen fuera un microorganismo y se cree que la causa es el aumento de la temperatura de las aguas como consecuencia del cambio climático. ¿En el caso de lo que sucede a las nacras tiene algo que ver el cambio climático?

Un ecosistema sano está mucho más protegido de cualquier agresión externa. Ahora sufre continuas amenazas, como el cambio climático, las especies invasoras, las anclas de los yates que arrancan la posidonia, que es el hábitat de las nacras? Todo eso contribuye a desmejorar el ecosistema y facilita que cualquier patógeno se instale y tenga éxito.

¿Hay zonas de Ibiza en las que las nacras estén a salvo?

En Ibiza hay un 100% de mortalidad. El pasado mes de octubre se hizo una campaña por parte de las investigadoras Salud Deudero, Elvira Álvarez y Maite Vázquez, del Centro Oceanográfico de Balears, del Instituto Español de Oceanografía, que lideran el proyecto de observadores del mar, para comprobar el estado de las nacras: un mes después de ser comunicados los primeros casos, se encontraron con un 100% de mortalidad.

¿No encontraron ninguna viva?

Ninguna. En las campañas no podemos peinar todo el litoral de las Pitiusas. Quedan muchas zonas por ver. Pero vamos a sitios donde sabemos que hay muchas. Y en esas poblaciones estaban todas muertas.

¿No han visto ninguna viva en los últimos meses?

En Ibiza aún no hemos tenido noticia de ninguna viva. Hemos sabido que hay una viva en la isla de Cabrera y otras tres en el resto de Balears. Cuatro vivas en todo el litoral balear.

Pues menudo panorama.

Cuando bajas a bucear te encuentras con un cementerio de nacras. Las ves tumbadas; algunas siguen de pie, pero están vacías. Es muy impactante verlo. Parecen lápidas en el fondo del mar.

¿Y esto cómo se combate? ¿Hay alguna solución?

Este protozoo se mueve a través de las corrientes marinas. Y las corrientes no las puedes parar de ninguna manera. No hay forma de pararlo ni se pueden aplicar medicinas porque no puedes ir nacra por nacra. Nuestra esperanza es que viva alguna nacra. Eso significaría que su sistema inmunológico es resistente a la infección. Si hubiera unas cuantas resistentes en una población, una vez soltaran sus gametos podría haber larvas que se asentaran. Pero eso no lo veremos hasta dentro de unos dos años, pues las larvas, durante el primer año, se quedan suspendidas en la columna de agua durante unas tres semanas para luego asentarse sobre una pradera de posidonia o una zona arenosa. Pero ese primer año son tan pequeñas que no las podemos ver. Se aprecian ya al segundo año. Por eso transcurrirá mucho tiempo hasta que sepamos qué ocurre realmente con la población de Pinna nobilis, si se recupera o no. Nunca nos hubiéramos imaginado que algo así podría pasar, que un bicho microscópico podría afectarlas de esta manera y creara una mortalidad masiva, tan bestial. En Valencia, Andalucía y Murcia han muerto todas.

¿Pueden desaparecer totalmente?

Si desaparece del Mediterráneo, es el fin para ella, pues la que hay en estas costas es endémica. No la hay en ninguna otra parte. Hay otra especie, la nacra de roca ( Pinna rudis), más pequeñita, que aun siendo del mismo género no está sufriendo esa infección. Todas las del Mediterráneo están sanas. Es muy curioso.