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Turismo

Playa y chiringuito a pesar de la lluvia

Muchos turistas decidieron no cambiar sus planes playeros a pesar de las precipitaciones de la mañana

«Aunque llueva, seguiré viniendo a la playa, para eso he venido a Ibiza, a la playa y a la fiesta» Así de rotundo se mostraba ayer Marc Brown, un turista inglés en Platja d'en Bossa. Y es que, a pesar de que durante unos minutos de la mañana, llovió en Ibiza intensamente, muchos visitantes decidieron no modificar sus planes de playa y chiringuito. «Ni me he enterado de que ha llovido, me he despertado cuando ya había dejado de llover y hacía sol», explicaba Hans Müller, de origen alemán y padre de familia con cuatro hijos que está en Ibiza de vacaciones, «Aunque supongo que nos hubiéramos ido todos al puerto, que también es muy bonito», añadía su mujer.

«Si mañana lloviese nos quedaríamos en el hotel, solo me gusta mojarme fuera de mi casa si es en el agua de mar o en el de la piscina» bromeaba Klaus Fischer con su esposa, ambos jubilados y procedentes de Alemania.

«Si mañana lloviese me iría al centro, al puerto, a dar una vuelta y ver las tiendas. Me gustaría ver Pachá durante el día», declaró Ágata, joven italiana que ha venido con sus amigas de viaje a Ibiza. «Estaría bien tener que comprar un paraguas de recuerdo en julio estando de vacaciones en Ibiza», añadía entre risas Ángela, otra integrante del grupo. Ángela no tendrá que gastar ni Ágata conocerá la discoteca durante el día si la Aemet no se equivoca en sus predicciones para hoy. «Yo me he enterado de que había llovido cuando, al salir del hotel, he visto varios charcos y el suelo mojado, el primero pensaba que era que habían fregado en algún bar» dijo también Melani De Luca, una más del grupo de amigas.

Aunque para muchos turistas no supuso un problema la lluvia de la mañana, muchos restaurantes y chiringuitos tenían puesta la vista en el cielo. «Los días de lluvia suponen para nosotros más consumo, la gente que tiene aquí el hotel no se va lejos, simplemente cambian la toalla por nuestra terraza y la crema de sol por un daiquiri» explicó la camarera de un local ubicado en la calle del Quartó de Balansat. Otros locales de la zona esperaban también que los turistas prefiriesen sentarse en sus terrazas que ir a la playa, pero tras «tan poca lluvia» apenas notaron un aumento de clientes.

La Platja d'en Bossa recibió, a pesar de la lluvia, numerosas visitas de turistas que no querían perder ni un solo día de sus vacaciones y que han tenido la suerte de que, por lo menos, durante todo el día de ayer, no volvió a llover.

Cambiar la toalla por las rebajas

«Yo iba a venir a la zona del puerto sí o sí, quería venir de compras y sé que en esta zona es muy fácil encontrar tiendas. Pero además, que amaneciese lloviendo ha hecho que me sea más fácil convencer a mi novio para que viniese sin quejarse» explicó sonriendo Antonella Roso. «Hemos hecho todos los días lo que él ha querido, hoy me tocaba a mí y encima llovía, no podíamos ir a la playa», añadí, mientras seguía caminando dirección la siguiente tienda de ropa en la calle Bartomeu de Roselló con su pareja detrás cargado de bolsas.

Muchos turistas aprovecharon el día de ayer para hacer compras, para visitar el centro y disfrutar de las calles de Ibiza, pero sobre todo de sus rebajas, que aún tienen disponibles en algunas tiendas del centro. En algunas tiendas de la avenida había auténticos problemas para entrar debido a la cantidad de gente que había acudido a comprar. El parking de pago de Vila estaba casi al completo y casi todos los vehículos eran de las compañías de rent a car.

El puerto de Vila, a pesar del mal tiempo reinante durante la mañana, lucía semivacío, como suele ser habitual, ya que la gente espera a la tarde para pasear por la zona portuaria, repleta de bares y restaurantes.

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