Balears prohibirá fondear sobre las praderas de posidonia

El borrador del decreto de protección de la posidonia presentado en la tarde de ayer en Mallorca por el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, y el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Miquel Mir, recoge en su articulado: «Queda prohibido el fondeo de embarcaciones sobre praderas de posidonia» en el ámbito de todo el archipiélago balear.

En cambio, matiza que «se exonerará de responsabilidad [por posibles daños a esta planta] siempre que la pradera no sea visible, no esté señalizada y no haya cartografía oficial a disposición física o telemática del patrón de la embarcación». Por este motivo, el decreto contiene una cartografía propia de las praderas y las clasifica según el valor.

Esta propuesta, que llega con casi un año de retraso, zonifica y localiza las praderas según su extensión y su estado de conservación y limita las actividades que puedan tener una repercusión perniciosa en la vida de esta planta marina protegida.

El borrador enumera las prohibiciones y limitaciones, que ya recoge la legislación estatal en la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y Biodiversidad, relativas a actuaciones relacionadas con «pesca de arrastre, ubicación de instalaciones de acuicultura, extracciones de áridos, vertidos de materiales dragados y de salmueras procedentes de desaladoras y el fondeo incontrolado». También regula la retirada de restos de posidonia muerta de las playas según la geomorfología del litoral y la época del año.

Y recurre a la ley balear 5/2005 para la conservación de los espacios de relevancia ambiental (LECO) para aplicar el régimen sancionador, entre otros aspectos.

Vidal y Mir presentaron el borrador en el Aula del Mar de Palma para subrayar el compromiso del Ejecutivo con la conservación de esta planta. Vicenç Vidal reiteró que este decreto es un paso decisivo en esa línea: «Un compromiso de legislatura», subrayó.

139 hectáreas en las Pitiusas

139 hectáreas en las Pitiusas

Balears cuenta con una superficie de unos 633 kilómetros cuadrados de praderas de posidonia. La distribución geográfica estimada es de una superficie de 411,39 metros cuadrados en el litoral de Mallorca, de 139,74 en el de Ibiza y Formentera y de 82 en Menorca.

Las Balears son la comunidad autónoma con más superficie de praderas de posidonia del Estado, el 50% del total inventariado, hecho que para el Govern «comporta una especial responsabilidad con respecto a la conservación». Por este motivo, su protección efectiva «es un reto al ser pioneros», destacó Vidal. De esta forma, Balears se convertirá en la primera comunidad del Estado que regula el fondeo y las actividades sobre las praderas de posidonia.

Mir aseguró que «actualmente el incremento de usos en nuestras aguas ha hecho aflorar indicios sobre impactos que pueden poner en peligro el estado óptimo de conservación de la posidonia», y añadió que, por este motivo, «es necesaria una regulación que compatibilice la existencia de actividades humanas con la protección de la especie y el hábitat».

Praderas pitiusas

Praderas pitiusas

En la zonificación y calificación de las zonas, el borrador define como de «alto valor» las praderas «constituidas por arrecifes o áreas muy relevantes por su estado óptimo de conservación» e incluye en este apartado el litoral de Talamanca y Porroig (Ibiza) y el de s'Espalmador y es Pujols (Formentera).

Bajo la definición de «a restaurar» cita las praderas «constituidas por zonas degradadas por actividades humanas y que sea conveniente y posible someter a trabajos de restauración física y biológica» para recuperar su estado óptimo de conservación. Aquí la propuesta incluye la playa de ses Salines y «la futura zona de fondeo de Talamanca» (ambas en Ibiza). En Formentera recoge la playa de s'Alga, en s'Espalmador, y la zona de es Caló de s'Oli, en la Savina.

La Unesco incluyó en 1999 la posidonia como bien natural en la declaración de Eivissa Patrimonio de la Humanidad. Desde entonces y hasta ahora han corrido ríos de tinta sobre el estado de salud de esta planta pero se ha avanzado muy poco en su protección efectiva.

Con este borrador, el Govern quiere iniciar un proceso de participación previo a la tramitación ordinaria del decreto. Ayer mismo fue remitido a los principales interesados (sector náutico, grupos ecologistas, consells insulares y ayuntamientos) para que aporten propuestas y sugerencias.