La Agencia Tributaria ha puesto este año su lupa sobre las salas de fiesta y todo el negocio que gira a su alrededor y sus investigaciones tenían que llegar a Ibiza, la isla con cinco discotecas entre las 10 mejores del mundo, según los Golden Moon Award.

La más afectada fue Amnesia, con un procedimiento penal abierto por presunta evasión fiscal. Otras fueron incluidas, en dos tandas, en la Operación Chopin para el control de negocios de este sector en toda España. Space y Privilege fueron inspeccionadas en el mes de julio y Pachá y Ushuaïa a mediados de septiembre, dos semanas antes del cierre de la temporada.

Pero la semana negra de las discotecas ibicencas fue la primera de julio. El día 5, en una espectacular operación llevada a cabo por la Guardia Civil y en la que participó hasta un helicóptero, agentes de la Unidad Central Operativa irrumpieron en la sala y detuvieron a su propietario, Martín Ferrer, su hijo, Martí Ferrer, su apoderado en varias empresas, David de Felipe, y el contable del establecimiento, Vicente Pérez de Montis. Tras dos noche en el calabozo, quedaron en libertad con cargos.

La operación tuvo una repercusión mundial, ya que la marca Amnesia es conocida en todo el planeta y la sala es toda una institución en la isla.

La investigación, que aún continúa tras registros en la sala de fiestas, domicilios particulares, un barco y cajas de seguridad bancarias, comenzó tras una denuncia anónima enviada en 2014 a la inspección de Hacienda, dirigida en principio contra un antiguo responsable financiero del grupo Amnesia, con tal lujo de detalles que los investigadores no tienen duda de que procede de empleados de la propia empresa.

Por otra parte, las inspecciones en otros cuatro grandes clubs de la isla comenzaron en julio dentro de la citada operación Chopin, desarrollada en toda España. Las dos primeras fueron Space y Privilege. Los funcionarios de la Agencia Tributaria, llegados de Alicante, Valencia y Palma, inspeccionaron durante horas las salas y requisaron documentación contable. en la segunda tanda, en septiembre, hicieron los propio en Pachá y Ushuaïa.