­La comisión de gobierno de Sant Josep acordó a finales de septiembre iniciar los trámites para declarar la caducidad de tres licencias concedidas hace diez años para la construcción de una promoción de 61 viviendas en los alrededores de la playa de Cala Vedella y otra de seis también en esta urbanización, más un hotel de cuatro estrellas, de 534 plazas con 255 habitaciones y seis suites cuádruples, en la zona de Punta Xinxó, en Cala de Bou.

En el caso de las viviendas, los promotores ni siquiera iniciaron las obras, condición que, según el segundo teniente de alcalde y responsable del área de Urbanismo, Ángel Luis Guerrero, «facilita» la extinción del derecho a edificar. En el caso de la promoción de 61 viviendas, el promotor tenía «la obligación» de iniciar las obras antes de marzo de 2006 mientras que la fecha límite para concluirlas se situaba en marzo de 2008.

El caso del hotel de Punta Xinxó es distinto, ya que sí había empezado su construcción, en primera línea de costa. Con la estructura levantada, las obras se dejaron en suspenso en 2010 y, con el tiempo, han acabado en una ruina abandonada que afea el litoral. Cuando se cierre el expediente, el Ayuntamiento determinará si procede ordenar el derribo, según explica Guerrero.

Impulsado por el empresario alicantino Fernando Moragón, lo que inicialmente se tramitó como un hotel de cuatro estrellas (esta es la licencia que concedió el Ayuntamiento en 2006), tenía que ser un complejo hotelero de lujo (cinco estrellas). El promotor llegó a pedir una modificación de licencia para reconvertir el proyecto en una categoría superior, pero no llegó a concederse, ya que nunca se presentó toda la documentación que el Consistorio requería. Este proyecto se llegó a promocionar en la feria turística de Madrid Fitur. Ahí, en 2008, la entonces consellera insular de Turismo Pepa Marí (la actual de Territorio) dijo que este establecimiento iba a mejorar la planta hotelera de la isla.