El concejal de Urbanismo, Mariano Juan, confía («es una esperanza que tengo», dice) en que al final Hermanos Parrot renuncie a la instalación de la planta de asfalto, tal como se comprometió la empresa constructora en su día ante el alcalde, Vicent Marí. En todo caso, Juan reconoce que «legalmente la empresa no tiene por qué hacerlo», ya que dicho compromiso estaba vinculado, recuerda, a «la firma de un acuerdo». El alcalde hizo de mediador entre las dos partes para intentar resolver el conflicto. Sin embargo, dicho pacto «saltó por los aires y no se llegó a firmar». «Ya nunca más se han vuelto a reunir», indica. Hermanos Parrot justificó en su momento que dio marcha atrás a su intención de renunciar a la planta de asfalto después de que la dirección general de Industria le advirtiera de que, para hacerlo, al ser un cambio sustancial, debía iniciar todo el proceso administrativo de cero.