La conselleria balear de Educación continuará «liderando iniciativas encaminadas a paralizar la aplicación de la Lomce», según anunció ayer el titular del departamento, Martí March, que se reunirá en los próximos meses con representantes de grupos parlamentarios, la comunidad educativa y sectores sociales con el fin de formar un «frente común contra las reválidas». Educación recuerda que las reválidas de Secundaria y Bachillerato tienen un efecto académico «muy relevante sobre los resultados de los alumnos», puesto que privarán de una titulación a los que pese a que hayan aprobado los cuatro cursos de ESO y los dos de Bachillerato no pasen la evaluación al final de cada etapa. En el caso de 4º de ESO, si no aprueban la reválida solo se podrán matricular de ciclos de Formación Profesional Básica. Los estudiantes de Bachillerato que suspendan la reválida no podrán acceder a la universidad ni a enseñanzas artísticas superiores, ya que la nueva normativa solo les da la posibilidad de matricularse en un ciclo de FP de grado superior.