­Los vecinos de Sant Joan que asistieron ayer a la misa solemne con motivo de la festividad del pueblo se llevaron una sorpresa. El párroco y el coro han compuesto un himno religioso a Sant Joan que estrenaron durante la misa, con la ayuda del organista Toni Estarellas y la violinista Laura Bonet. Según explicó el cura de Sant Joan, Sant Llorenç y Sant Vicent, Vicent Tur, el pueblo no tenía himno a su patrón y en los últimos años se está recuperando esta antigua costumbre en varias parroquias. «Lo hemos compuesto entre unos cuantos, también con la gente del coro», detalló ayer Tur, que indicó que es un himno que se tocará siempre el día grande. Esta composición, que alude al «norte recóndito de la isla» y habla sobre el santo, generó comentarios y sonrisas entre los asistentes a la misa y algunos bromearon diciendo que «ahora solo falta la bandera».

Esta fue prácticamente la única novedad de la festividad, que transcurrió plácidamente y en un ambiente muy tranquilo, lejos de las aglomeraciones que se produjeron durante la Nit de Sant Joan, cuando el pueblo se llenó de gente. Así lo reconoció ayer el alcalde, Antoni Marí, Carraca, quien dijo que durante esa noche Sant Joan, que suele ser «tranquilo», sufre de «masificación». De todas formas, se felicitó porque fue una fiesta sin incidentes, tan solo una chica se torció un pie al saltar una de las hogueras y tuvo que ir a que se la vendasen.

La misa de ayer no fue tan masiva, aunque sí que acudieron muchos lugareños, mientras algunos hippies preferían refrescarse en un bar cercano. La ceremonia fue oficiada por Miguel Ángel Sánchez, párroco de Sant Miquel y delegado de Cáritas, debido a que el obispo se halla en Roma. Con su sermón, dedicado a San Juan Bautista y a la virtud de la ´verdad´, arrancó algunas sonrisas cuando explicó que el santo era un hombre «con arrestos». «No sé cómo se dice arrestos en ibicenco... Bueno, sí que lo sé, pero no me parece adecuado para una homilía», dijo Sánchez, que animó a todos los fieles a seguir el «camino de la verdad».

Tras la misa se produjo la consabida procesión y la actuación de ball pagès a cargo de la Colla de Labritja. También se repartieron orelletes, bunyols y vino entre los asistentes, del que dieron buena cuenta.

A la celebración oficial asistieron numerosas autoridades, como el director insular de la Administración del Estado en las Pitiusas, Roger Sales, la delegada de Educació, Belén Torres, el presidente del Consell en funciones, Vicent Serra y casi todos los alcaldes. Solo faltó el de Vila, Rafa Ruiz, que ya ha advertido en algunas ocasiones que no asistirá a misas.

Los alcaldes populares de Sant Joan y Santa Eulària, Antoni Marí y Vicent Marí, estuvieron departiendo animadamente con Josep Marí Ribas y José Tur, primeros ediles de Sant Josep y Sant Antoni, gobernados por la izquierda.