El Ministerio fiscal tiene en Ibiza una Unidad de Protección del Menor para los casos en los que los jóvenes son víctimas de amenazas, agresiones, desapariciones o problemas con drogas. Sin embargo, cuando los chicos son los delincuentes son derivados a Palma, donde sí hay un fiscal y un juzgado de Menores. «Casi todos los que son considerados peligrosos, reincidentes o que provocan alarma social son ingresados en el Centro de Menores de Palma. Cada año llevamos unos 15, que se quedan ingresados durante el periodo que indica el juez», resumen desde el Grume, responsable tanto de los menores víctimas como de los delincuentes. Los delitos que cometen los jóvenes ibicencos suelen ser robo con fuerza o con violencia y algunos contra la salud pública, como el tráfico de drogas. En el Grume afirman que existen también «muchos casos de ´bullying´ en colegios y de acoso escolar, agresiones y lesiones en institutos», conductas que suelen denunciar los padres y en ocasiones el centro educativo. Según indican, los centros (del municipio de Ibiza) de los que más llamadas se reciben son «los institutos de Sa Colomina y Sa Blanca Dona». Las agresiones denunciadas suelen ser zurras en el patio, extorsión a otros alumnos a los que se pide dinero y peleas entre chicas «cada vez más, por celos y discusiones sentimentales».