En la conselleria de Agricultura de Ibiza se sienten impotentes ante el avance del picudo rojo, especialmente porque no todo depende de ellos: creen que si todos los particulares adoptaran medidas preventivas, al menos se podría controlar la plaga. Llegar a todos es tarea complicada, sobre todo cuando la crisis mengua, año tras año, los presupuestos. La página de este departamento dentro de la web del Consell (´www.conselldeivissa.es´) es a lo que se aferran para dar a conocer la necesidad de actuar contra este coleóptero. Desde allí, y desde la pestaña de ´acceso directo´, se llega al departamento de Agricultura, donde se abre otra pestaña de ´sanidad vegetal´ que da acceso a vínculos en los que se explica qué es el ´Rhynchophorus ferrugineus Olivier´ y cómo y cuándo se puede acabar con él.

La mayor parte de las palmeras destruidas este año, 413, ya estaban plantadas en la isla, mientras que 58 habían sido importadas, según los datos de la conselleria de Agricultura, que lleva un estricto control de las plantas que son desembarcadas. Aunque ya se ha extendido por toda la isla, las zonas de s´Argamassa, Platja d´en Bossa, Cala de Bou, Jesús y Can Furnet se llevan la palma en cuanto a afectación.