La gastronomía de Formentera está estrechamente ligada a los recursos que ofrece el Mar Mediterráneo. Mero, cabracho, raor o sirvia son algunas de las especies más demandadas de la isla, sin olvidar la langosta. De hecho, en el caso de este molusco y desde hace años, la Pitiusa menor suma miles de adeptos a la típica combinación de langosta con patatas y huevos fritos, todos productos de la tierra.

Calamares ‘a la bruta’. | C.F.

Pero si se habla de gastronomía de Formentera se debe hacer una mención especial al peix sec, legado de una tradición muy antigua que ha perdurado hasta la actualidad. El peix sec es el resultado de secar de forma natural, al sol, pescado cartilaginoso, como puede ser la raya. Se trata de un ingrediente indispensable en la tradicional ensalada payesa elaborada a base de patata hervida, tomate, cebolla y pimiento verde.

Calamares a la bruta, que viene a ser un frito de calamares en su tinta, o el bullit de peix son otras de las recetas que el visitante podrá degustar en cualquiera de los establecimientos ubicados a pie de playa.

Los arroces con pescado del litoral de la Formentera son una delicia. | C.F.

Formentera mantiene de manera inalterable el recetario tradicional con otros platos, a base de carne, como el sofrit pagès o la frita de cerdo.

Pero, además del peix sec, Formentera cuenta con uno de los frutos más característico que no solo dan sabor a las recetas sino que ofrecen una imagen particular. Se trata de los higos, utilizados en cualquier receta, tanto sea en pizzas, mermeladas o ensaladas, y su árbol, las higueras.

Estos frutales se distribuyen por todo el campo formenterés y ofrecen una visión única ya que sus ramas crecen en horizontal y se sujetan con perchas de madera (estalons) creando formas imposibles. Las sombras extensas que ofrecen son utilizadas por los rebaños de ovejas para protegerse de las altas temperaturas. La estampa característica de las higueras que jalonan el paisaje rural de Formentera es una de las fotos icónicas de la isla.

Langosta con huevos y patatas fritas. | C.F.

Otro producto remarcable es la sal líquida de Formentera, una sal natural proveniente del mar, sin ningún tipo de aditivo de color o sabor. Su alta calidad se debe principalmente a la potente filtración, oxigenación y mineralización que ofrece el agua de mar, y a la vez también recibe el efecto de la Posidonia oceanica.

Y para regar todo el recetario de esta gastronomía rica con una materia prima de proximidad y calidad, Formentera cuenta con dos bodegas que producen vinos exquisitos, una ubicada en el Pilar de la Mola, bajo la marca Terramoll, y otra situada en es Cap de Barbaria.

Para todos los públicos

Dada la importancia de la gastronomía en la isla, en los meses de mayo y octubre se organizan los Fines de Semana Gastronómicos que permitirán al visitante degustar el recetario tradicional que, en algunas ocasiones se presenta con una versión interpretada y renovada.

Se trata de una forma de conocer más este paraíso natural enclavado en el Mediterráneo con menús creativos y basados en el producto local a precios asequibles.