Joan Serra Mayans recibió el encargo de la Pime de Eivissa y Formentera en 1979, en la que trabajaba como asesor economista, de poner en marcha la agrupación empresarial de Formentera. Comenzó convocando a los empresarios de la construcción, taxistas, restauradores y comerciantes, hasta que creó una red en la que cada sector tenía dos representantes que a la vez elegían a un delegado que era el vicepresidente de la Pime de las Pitiüses. Por ese puesto pasaron Josep Marí Serra, Antoni Tur Ferrer, Joan Serra (Blai) y Joan Castelló. Al cabo de 15 años los socios de Formentera vieron que ya podían montar una asociación empresarial propia. Con el paso del tiempo, opina que «sería importante que el sector empresarial se preocupara por el ritmo de la administración local». En cualquier caso considera que ahora ha llegado el momento del «análisis y de decirnos las cosas de verdad; el sector empresarial tendría que definirse».