«Decepcionados, preocupados y resignados», esos son los tres calificativos que utilizó uno de los enfermos de riñón de Formentera, que pidió mantener el anonimato, «cansado por la situación», al conocer la respuesta de la consellera balear de Salud, Patricia Gómez, a una pregunta que formuló ayer la diputada Silvia Tur, para pedir la recuperación del servicio de hemodiálisis en el Hospital de Formentera.

Gómez dijo que el Hospital de Formentera «no cumple los estándares de calidad» para que «en este momento» se pueda ofrecer el servicio de hemodiálisis a los tres pacientes, de entre 60 y 80 años, con problemas renales que se tienen que desplazar en días alternos a Can Misses para recibir este tratamiento. Aseguró que «se está estudiando» el caso de estos tres pacientes: «Si tenemos capacidad de mejora, lo haremos», añadió sin concretar más.

En su respuesta destacó que el Hospital de Formentera «no está preparado» para atender alguna «complicación» en caso de que ofreciera el servicio de hemodiálisis. Recordó que para implantar este servicio sería necesario contratar a un nefrólogo, y «no es fácil hallar determinadas especialidades». Argumentó que un nefrólogo atiende a 50 pacientes en Can Misses, hospital que dispone de «todas las condiciones necesarias para atender cualquier complicación».

Por su parte, la presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, manifestó: «Es una decepción, eso no quita que todavía quede mucho de que hablar y no es la última palabra del Govern».

Recordó las 3.000 firmas de ciudadanos que apoyan la demanda de recuperar el servicio y aseguró que el Consell de Formentera «seguirá insistiendo» al considerar que se trata de «mera voluntad política y organización creativa, como se ha hecho siempre desde Formentera con el Hospital Can Misses». «Es una cuestión de humanidad, si antes se hacía con un paciente ahora está más justificado con tres», subrayó. La presidenta se mostró firme y recalcó que «si no conseguimos el servicio organizándonos pues lo haremos pidiendo recursos económicos».

En sede parlamentaria, la consellera de Salud, Patricia Gómez, aseguró que a los tres pacientes de Formentera se les dan «facilidades de todo tipo», aludiendo al elemental servicio de transporte que el Área de Salud pitiusa pone a su disposición. Añadió que se les asigna «un horario especial» en función del horario de las barcas para que «no tengan que esperar como el resto de pacientes».

La diputada de GxF-PSOE-IU, Silvia Tur, recordó a la consellera que cuando se abrió el hospital, en 2007, ofreció este tratamiento a un paciente, hasta 2009, cuando éste dejó de necesitarlo. Entonces se desmanteló el servicio. «¿Si el Govern ofreció este servicio durante dos años a un paciente cómo no va a hacerlo de nuevo ahora para tres personas?», planteó Tur que agregó la siguiente pregunta: «¿Qué pensarían si usted tuviera que desplazarse a Menorca para recibir hemodiálisis? Lo digo porque la mayoría de ustedes son mallorquines».

Tur insistió en que, al igual que entonces, el servicio de hemodiálisis se puede instalar de nuevo. «No es tan complicado. Faltan recursos, poner otra vez la equipación necesaria, que tiene un coste y precisa de un tiempo, pero es viable. Y se tiene que contratar a un nefrólogo adicional a los tres que ya tiene la unidad de Can Misses pero que no tienen ninguna obligación de desplazarse a Formentera. Si dependemos del servicio de Ibiza y ningún especialista quiere desplazarse a Formentera, no habremos avanzado nada». Por lo que pidió una partida específica, en las cuentas de la Comunidad Autónoma de 2021, para asegurar el servicio.