Formentera amaneció ayer en la fase 2 de la desescalada del confinamiento por la epidemia del Covid-19 como si no pasara nada especial. Aunque las playas estaban disponibles para el baño, aparecían desiertas por la mañana y sólo a primera hora de la tarde algunas familias con niños, parejas y grupos de amigos disfrutaron del mar, cuya baja temperatura (19 grados) disuadió a la mayor parte de los formenterenses de estrenar el baño.

Las diferencias entre la fase 1 y la 2 del plan hacia la normalidad postconfinamiento aprobado por el Gobierno central, son pocas en lo que afecta a Formentera. Las principales tienen que ver con el uso del interior de los bares y restaurantes, que no podrá ser superior al 40% de su aforo, siempre y cuando se mantenga la distancia de seguridad y sin poder usar la barra. Los comercios aumentan ligeramente la capacidad de atender a clientes, pero con la limitación de los dos metros de distancia entre personas y por la superficie del local.

La diferencia más destacada es que ya se pueden volver a realizar actividades en el mar. Hace dos semanas, cuando la isla entró en fase 1, ya hubo cierta polémica debido a lo genérico de la primera orden ministerial y la interpretación favorable al baño de mar que hizo la presidenta del Consell, Alejandra Ferrer. Pero a los pocos días la Delegación del Gobierno aclaró que el baño recreativo en la playa no estaba permitido. Ahora, los ciudadanos ya pueden hacer uso de las playas con libertad, manteniendo la distancia exigidas de 2 metros entre bañistas, algo que, sin turistas, va a ser muy fácil de conseguir en la isla.

«Ya se puede hacer uso lúdico de las playas y bañarse, aunque justamente hoy [por ayer] no acaba de acompañar el tiempo», explicaba ayer por la mañana Alejandra Ferrer, quien descartó instalar cualquier tipo de barrera física en la arena para garantizar el cumplimiento de la distancia social: «Hemos hablado con la Delegación del Gobierno y, teniendo en cuenta la población y la cantidad de playas que tenemos, no se considera necesario hacer distribuciones espaciales físicas». «Es suficiente con las campañas informativas y controles que reforzamos siempre en los primeros días de cada fase», señaló la presidenta del Consell.

Ferrer avanzó que el Consell ya trabaja «en la fase 3 y en las posteriores», sobre todo en lo que se refiere al ordenamiento de las playas: «Pero no solo se ha de tener en cuenta la voluntad del Consell, sino también de la Demarcación de Costas, del Govern balear y, sobre todo, de los concesionarios de playa», subrayó la presidenta.