Jorge Brazalez, el ganador de la quinta edición del 'reality' de TVE1, 'Masterchef', ha sido recibido en volandas por sus compañeros de trabajo en el Beso Beach, de Cavall d'en Borràs, en Formentera. Tras pasar unos 100 días prácticamente incomunicado, sin teléfono ni televisión, este granadino de 27 años llegó a Formentera, "mi isla", tal y como la define, para volver a la normalidad.

A su llegada le esperaba un pasillo de honor que le hicieron sus compañeros, con los socios del establecimiento al frente, Rafa Viar, Angie López, Andrés Prado y Miguel Sancho. Pero a su llegada, entre aplausos y vítores, no le dejaron andar mucho ya que le cogieron en volandas para dar 'la vuelta al ruedo' entre las mesas de los clientes que no daban crédito a compartir un momento con una de las personas más populares del momento.

Jorge Brazalez tuvo tiempo para pasar por cada mesa, cosechando muestras de cariño, y haciéndose fotos con todos. Pero en el fondo lo que parece que más le preocupaba era incorporarse al trabajo. Lo que hizo al poco rato.

Brazalez reconoce que todavía no es consciente de la presión mediática que le viene encima al haber ganado uno de los concursos televisivos más seguidos del país. Su sonrisa y su mirada son su mejor carta de presentación junto con la humildad que desprende, es como si todo lo que le está pasando le fuera ajeno.

Esta noche asistirá a la inauguración de la terraza Baloo, en el puerto deportivo de Marina de Formentera, donde en las próximas semanas montará uno de sus platos. Mientra piensa seguir trabajando en Formentera, aunque sabe que estaría saliendo y entrando, para cubrir los compromisos que tiene firmados en los próximos meses entre Madrid y Barcelona.