Elecciones 28M

Los 40 votos que pueden decidir el color de un gobierno municipal

El número de votos

para entrar en el pleno

en 2019 fue de los 771

de Vila a los 107

de Sant Joan

El voto en blanco se computa como válido

El voto en blanco se computa como válido / EFE

Isaac Vaquer

Isaac Vaquer

Cada voto cuenta. Es un eslogan que muchos políticos lanzan estos días para animar al voto y reducir la abstención. Habrá quien piense que su voto no importa un comino, que todo ya está decidido y ¿para qué ir a votar si mi candidato no va a salir? O ¿para qué ir a votar si mi candidato ya lo tiene ganado? Lo cierto es que, en el caso de las elecciones locales, eso de cada voto cuenta tiene un sentido casi literal.

Según la Ley del Régimen Electoral General (Loreg), en las elecciones locales es necesario obtener un 5% de los votos válidos emitidos para que la candidatura sea tenida en cuenta. Esto no significa que por obtener ese 5% la candidatura vaya a obtener representación, pero, lo cierto, es que en las elecciones de 2019 todos los partidos que sobrepasaron ese 5% obtuvieron al menos un concejal.

En el caso de Vila ese 5% se situó en los 771 votos. El partido de Toni Villalonga, en aquel momento Movimiento Ciudadano EPIC, se quedó a las puertas de revalidar su asiento en el pleno. Con 731 votos, se quedó a 40 de llegar a ese 5%. De haberlo obtenido, el reparto de fuerzas hubiera cambiado radicalmente. El PSOE hubiera obtenido 8 concejales en lugar de 9, los mismos que el PP. Los bloques teóricos de izquierda y derecha habrían quedado completamente equilibrados, dado que Cs y Podemos habrían mantenido sus dos concejales. Villalonga hubiera sido decisivo para formar gobierno. Pero no lo fue, por 40 votos.

Por un voto menos, 39, Paquita Ribas se quedó sin poder representar a su agrupación de electores en Sant Josep. Compromís per Sant Josep, como se llamó la candidatura, obtuvo 402 votos y el corte del 5% estaba en el municipio de Sa Talaia en los 441. Tres candidaturas superaron por poco este umbral: Ara Ibiza, Vox y Proposta per Ibiza. En los tres casos se quedaron entre 30 y 40 votos por encima, los que le faltaron a Paquita Ribas. En el caso de Sant Josep no hubiera desequilibrado las fuerzas, dado que le hubiera quitado un concejal a Cs, que se habría quedado con uno.

Hablando precisamente de Cs, en las pasadas elecciones se movieron en el filo del éxito y el fracaso por un puñado de votos. En Sant Antoni obtuvieron un gran éxito, superaron por 15 votos el 5% que estaba en los 419 apoyos. Esa fuerza convirtió a José Ramón Martín en decisivo y acabó formando parte del pacto de gobierno que se rompió a finales del año pasado. En Santa Eulària, en cambio, sufrieron una decepción por 14 votos. Con 559 sufragios se quedaron fuera del pleno. El 5% se situó en los 573. Con que los miembros de 3 o 4 familias les hubieran dado su apoyo habrían obtenido representación en la Villa del Río.

A pesar del terremoto surgido en el PP en Sant Joan de Labritja por el relevo de Antoni Marí Carraca, que ha generado la aparición de dos nuevas candidaturas, los joanins tendrán una opción menos para votar en la jornada de hoy. En las pasadas elecciones entrar en el pleno costaba poco más de un centenar de votos, en concreto 107. Esa será la cifra con la que jugarán los partidos hoy.

Así que, si hoy duda si votar o no, tenga en cuenta que su papeleta puede ser fundamental para que salga una u otra candidatura y que, si no vota, una opción totalmente legítima y razonable, otros elegirán por usted. No es un decir, cada voto cuenta.

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