ENERGÍA

El mercado de la electricidad marca precios negativos por primera vez en la historia

La producción masiva de las renovables en pleno temporal hunde el precio de la luz de mañana hasta los -0,01 euros durante tres horas

Aerogeneradores en un parque eólico.

Aerogeneradores en un parque eólico. / EP

David Page

David Page

El desplome de los precios de la electricidad hace historia en España. El mercado mayorista de la electricidad -en el que compañías energéticas y traders compran y venden la luz que se consumirá al día siguiente- se ha hundido hasta marcar precios negativos por primera vez en la historia. En el último año se ha disparado el número de ocasiones en que el precio de la electricidad se queda en cero euros, pero nunca hasta ahora el mercado diario había registrado precio en negativo.

El mercado mayorista de la electricidad, también conocido como pool, marca precios diferentes para cada hora del día y en los precios de mañana se registrarán tres horas por debajo de cero euros. Entre las 14.00 y las 17.00 horas el precio de electricidad será de -0,01 euros por megavatio hora (MWh), según los registros provisionales del Operador del Mercado Ibérico de la Energía (OMIE) y de Red Eléctrica de España (REE). Los precios negativos son relativamente habituales en otros mercados europeos, pero nunca se habían registrado hasta ahora en el mercado español.

El hundimiento de precios se produce por la altísima producción de energías renovables, singularmente eólica e hidroeléctrica, en pleno temporal de viento y lluvia y por la baja demanda de electricidad en el lunes de Pascua, que es festivo en muchas comunidades autónomas. Además de las tres horas con un precio de un céntimo negativo, el mercado también registrará mañana otras diez horas a precio cero.

Derrumbe de precios de luz

El mercado eléctrico fija los precios mediante un sistema marginalista, que hace que la última y más cara tecnología necesaria para cubrir la demanda marque el precio de todas las demás. Algunas tecnologías de generación denominadas inframarginales (singularmente las renovables y la nuclear) entran en muchas ocasiones, casi siempre, a precio cero. Así que cuando la producción de estas energías es suficiente para cubrir todo el consumo previsto la cotización se queda en esos cero euros. Y eso es lo que ha sucedido en más más de 150 ocasiones sólo en lo que va de año. Los precios negativos se dan cuando algunas plantas prefieren colocar su electricidad por debajo de cero antes que quedar fuera del mercado.

En España no se había registrado nunca hasta ahora precios negativos en el mercado diario de la electricidad, aunque sí que se habían dado en los mercados intradiarios (que sirven para cuadrar la oferta y la demanda de electricidad en caso de desajustes de última hora). En los mercados europeos se permiten una horquilla de precios permitidos para ser negociados y que actualmente están fijados en un mínomo de -500 euros y un máximo de 5.000 euros, y que varían en función de sí se tocan los topes (durante la crisis energética el tope máximo se ha elevado en varios ocasiones).

No hay luz gratis

Cuando el mercado eléctrico se desploma hasta los cero euros no significa que los consumidores tengan luz gratis en su recibo. Ni ahora que marca precios negativos implica que se les vaya a pagar por consumir.. Por un lado, porque la evolución del mercado mayorista de la electricidad sólo tiene incidencia directa en la factura de los más de 8 millones de clientes que tienen contratada la tarifa regulada, denominada precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) y ahora, además, su impacto se va reduciendo por la reforma aprobada por el Gobierno para dar más estabilidad a la factura para que vayan teniendo cada vez más peso la evolución de los mercados de futuros.

Por otro, porque el precio de la energía es sólo uno de los componentes que integran la factura de todos los clientes eléctricos, tanto los que tienen tarifa regulada como la mayoría que ha optado por una tarifa del mercado libre (cuyo precio fijan libremente las compañías eléctricas). Además del componente de la energía, la factura también incluye impuestos específicos; los cargos regulados, que fija el Gobierno y que sirven para pagar las retribución de las renovables, los sobrecostes de los territorios extrapeninsulares o la deuda del sistema eléctrico; y los peajes de acceso, que establece la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y que se usan para financiar los costes de las redes de transporte y de distribución. Puede estar a cero la parte del precio de la energía o incluso estar en negativo, pero los clientes deben seguir pagando el resto de componentes.

Alerta en el sector

La expansión de las renovables en el mercado español y su cada vez mayor peso en el mix de producción de electricidad nacional no sólo supone un avance ambiental hacia la descarbonización de la economía, también lo es por su impacto para reducir el precio de la energía. Pero el desplome de la cotización y la proliferación de los precios a cero euros ha hecho saltar las alarmas en el sector eléctrico por la enorme distorsión que supone para que las plantas en funcionamiento cubran sus costes de producción y para incentivar la inversión en nuevas plantas renovables.

Desde el sector eléctrico, y específicamente desde el renovable, se alerta del impacto en el negocio de esta ‘canibalización’ de los precios eléctricos. Canibalización porque es el crecimiento de las renovables el que precisamente está haciendo, según advierten las compañías, que se ponga en peligro la rentabilidad de las plantas verdes -actuales y futuras- por la caída de los precios eléctricos y el que puede acabar frenando inversiones en nuevos desarrollos por la falta de incentivos y la incertidumbre.

Las compañías energéticas también advierten de los desplomes hasta cero del mercado representan una señal de alarma sobre algunas carencias del sistema, dado que si hubiese capacidad de almacenamiento suficiente -baterías- o mayor interconexión con el resto de Europa podría evacuarse o guardarse parte de la producción para momentos del día con menos generación y así evitar vaivenes bruscos de precio.