Paro en el transporte

Los sindicatos de Renfe y Adif convocan 5 días de huelga ante el traspaso de Rodalies a Cataluña

Los paros tendrán lugar los próximos días 24 y 30 de noviembre y 1 y 4 de diciembre

Viajeros suben a un tren en uno de los andenes de la estación de Sants.

Viajeros suben a un tren en uno de los andenes de la estación de Sants. / EP

Gabriel Ubieto

Los comités de empresa de Renfe y Adif han acordado ir a la huelga durante cinco días para protestar contra el acuerdo alcanzado entre el PSOE y ERC para traspasar a la Generealitat la gestión de Rodalies. Unos 30.000 empleados están llamados a parar en toda España los próximos días 24 y 30 de noviembre, así como el 1, 4 y 5 de diciembre, con lo que las protestas podrían complicar la operación salida del puente de la Consitución.

La intencíón de los sindicatos convocantes -CCOO, UGT y el sindicato de maquinistas Semaf- es parar el máximo de trenes desde Cádiz hasta Girona y el anuncio llega tras una ronda de reuniones entre las centrales y la ministra de Transportes en funciones, Raquel Sánchez, este pasado lunes, según confirman fuentes consultadas de los mismos.

Las reticencias, cuando no rechazo frontal, de los trabajadores de Renfe y Adif a un potencial traspaso de competencias plenas a la Generalitat vienen de lejos. Hasta el punto de que, ya en 2021 y cuando el acuerdo entre el PSOE y ERC para un traspaso total no era ni una remota posibilidad, las centrales ya convocaron paros contra esa idea y en una fechas muy cercanas a las actuales. De momento los paros los ha convocado un frente común de tres sindicatos, con fuerza en las empresas públicas de transporte: CCOO, UGT y Semaf. Si bien las posiciones de cada uno difieren en matices relevantes de cara al conflicto.

Por ejemplo, el sindicato de maquinistas considera que mantener las condiciones laborales de los trabajadores es imposible en los actuales términos en los que está redactado el acuerdo entre el PSOE y ERC. El principal temor de esta central es que la segregación en una empresa pública más pequeña debilite la fuerza negociadora de los trabajadores traspasados y esto pueda derivar, a futuro, en peores o diferentes condiciones respecto al resto de la actual plantilla. Por ende, su huelga va contra el traspaso de Rodalies.

En CCOO, por otro lado, la posición es algo distinta. Fuentes consultadas de la federación catalana recuerdan que ellos siempre han estado a favor de un traspaso del servicio, en el marco de reforzar la autonomía catalana y acercar la gestión al máximo al ciudadano. No obstante, también destacan que actualmente y en los términos en los que la ministra en funciones ha explicado el acuerdo, no ven las garantías suficientes para que las condiciones laborales de los empleados traspasados queden garantizadas.

Los sindicatos están a la espera de poder concretar con el Ministerio nuevas fechas para volver a reunirse y tratar de acercar posturas. De no lograrse un acuerdo que permitiera desconvocar la huelga, Transportes debiera dictar unos servicios mínimos. En los paros del 2021, estos fueron, en el caso de Rodalies, del 75% de trenes en horas punta y del 50% en horas valle. Para la media distancia, del 65%, para los Ave y larga distancia, de 72%, y en los de mercancías, de 24%.

La Generalitat, por su parte, está cruzando llamadas con patronales y sindicatos más representativos en Cataluña para citarlos a una nueva reunión y discutir los detalles del traspaso de Rodalies, según confirman fuentes consultadas.

Acuerdo político

Desde que trascendiera el acuerdo, todos los sindicatos han criticado el pacto por la falta de información sobre las condiciones laborales de las plantillas, tanto del operador como del administrador de la infraestructura. Desde el ministerio defienden que se trata solo de un acuerdo político que no aborda, por el momento, aspectos técnicos sobre cómo se llevaría a cabo este traspaso de competencias entre el Estado y la Generalitat.

Tanto desde el Gobierno en funciones como desde la Generalitat insisten en que el acuerdo garantizará las condiciones laborales de todos los trabajadores y se elaborará un convenio de colaboración entre la Generalitat y Renfe para facilitar la movilidad laboral que recogería el respeto a los derechos laborales adquiridos por los empleados. El Govern, además, se ha comprometido con los sindicatos a explicarles cómo se efectuará el traspaso y a que la gestión seguirá siendo 100% pública.

Si el PSOE logra sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez, el compromiso establece que se traspasarán unicamente las vías que sirven a las líneas R1, R2 y R3. Posteriormente, se analizaría el conjunto de la red ferroviaria de Cataluña para futuras transferencias, pero siempre que no afecten a los tráficos ferroviarios de más de una comunidad autónoma o al tráfico internacional, que no incluyan el tráfico de mercancías o que puedan desagregarse de la red de interés general del Estado.