Carlos Viver Arza (Granollers, 24 de abril de 1973), es desde febrero del año pasado el seleccionador español absoluto de balonmano femenino. Exjugador profesional y exentrenador del Granollers de la Liga Asobal, acumula una importante experiencia en el mundo del balonmano. De su sabiduría se pudieron beneficiar, el pasado fin de semana, un grupo de las mejores jugadoras de Balears con motivo de las Jornadas de Tecnificación celebradas en el Poliesportiu de sa Blanca Dona.

¿Cuál es la situación del balonmano femenino español?

La Liga Guerreras Iberdrola va dando pasos hacia adelante, eso es lo positivo. Por ejemplo, se ha avanzado en cuanto a rendimiento y el campeonato se ha rejuvenecido mucho porque casi todos los equipos cuentan con gente muy joven en la máxima categoría. Además, se ha avanzado en estructura porque se retransmiten los partidos en streaming y hay uno en directo todos los viernes en Teledeporte. Luego la realidad deportiva es que a los equipos de España nos está costando pasar eliminatorias en las competiciones europeas importantes como la Champions o la EHF, que son el termómetro de cómo está el nivel internacional en estos momentos. El balonmano femenino va dando pasos hacia adelante pero estamos en una época de transición. El peor momento ya ha pasado y ahora los clubes intentan estabilizar una situación económica grave que hemos sufrido todos, en el ámbito deportivo y en el resto.

¿En qué etapa está ahora mismo la selección española absoluta que usted dirige?

Se está incorporando a gente joven. Intentamos poner las bases para el futuro.

¿Cuáles son los planes de las 'Guerreras' a corto y medio plazo?

A corto plazo, el Europeo. Tenemos una actividad con el Proyecto 2021, entre el 21 y el 24 de octubre, pero eso es con la gente más joven. Con el equipo absoluto jugaremos el Torneo Internacional de España, que nos servirá de preparación para el Campeonato de Europa que se va a disputar en Francia [entre el 29 de noviembre y el 16 de diciembre]. Ese es el objetivo más cercano. El Europeo es muy importante porque es la primera competición que empieza a dar plazas para la Olimpiada. Supongo que el nivel será altísimo y que todas las selecciones van a prepararse con la intención de clasificar a sus equipos para los Juegos o, como mínimo, para los Preolímpicos.

¿España irá a por medalla o eso son palabras mayores?

En este momento del camino, cuando llevamos varios años en los que no hemos conseguido estar cerca de las medallas, decir que estamos ahí sería un poco precipitado. Sí que es verdad, y eso sí que lo digo con toda tranquilidad, creo que somos un equipo que puede ganar a cualquier rival, incluso a los favoritos. Quedar entre los ocho primeros sería un éxito. Cuando ya estás en este grupo cualquier cosa puede pasar.

¿Para cuándo una equiparación real del balonmano femenino con el masculino? Tratamiento mediático, sueldos...

Este no es un problema sólo del balonmano, sino de la vida en general. Hay que preguntarse cómo está la sociedad y cuándo va a haber una igualdad entre hombres y mujeres. No es una cuestión que venga sólo focalizada al balonmano.

¿Pero cree que al balonmano femenino se le da en España la importancia que se merece, con visibilidad en medios y otras cuestiones?

Creo que al deporte femenino, y al balonmano en particular, le cuesta tener su cuota de información en la prensa. La suerte que tenemos es contar con unos seguidores bastante acérrimos. El que es aficionado al balonmano femenino lo lleva a fuego. En cuanto a la equiparación que podamos tener con respecto al deporte masculino, quedan muchos pasos por recorrer. Es una cuestión de la sociedad y también de los medios de información para que se nos dé la importancia que toca. En el balonmano tenemos la fortuna de que se retransmiten partidos por televisión semanalmente y eso es tener cierta relevancia. Pero podemos tener más. Los encuentros de las 'Guerreras' también los retransmiten, pero todavía nos queda mucho camino por recorrer.

¿Qué le pareció la decisión del Puchi de bajar a Plata y renunciar a la máxima categoría?

Hicieron unos esfuerzos muy grandes por subir. Ellos son conscientes de la repercusión que tiene y de lo que cuesta estar en una categoría como la División de Honor. Saben bien los recursos económicos y deportivos que manejan y si creen que la opción buena es estar en esta categoría [la División de Plata], y seguir creciendo poco a poco, es una idea muy respetable.

¿Veremos algún día a una ibicenca en la selección española absoluta?

Ha habido jugadoras ibicencas que han rendido a muy buen nivel en la División de Honor, en diferentes equipos y con el Puchi cuando estuvieron en la máxima categoría hicieron un gran papel. Es una cuestión de tiempo si se sigue trabajando y se continúa formando a jugadoras. Lo importante es la formación y luego la continuidad, que estas chicas vayan adquiriendo la experiencia necesaria de alto nivel. Llegar a la selección absoluta no es fácil. Lo han hecho muchas jugadoras jóvenes pero siempre pasando muchas fases. Si se sigue trabajando seguro que alguna ibicenca llegará a la selección absoluta.

En los últimos tiempos está en la órbita de los equipos nacionales Paulina Buforn. ¿Es ella la más indicada para llegar a las 'Guerreras'?

Paulina no sólamente ha estado en la selección universitaria y en la absoluta B, también ha participado en el Proyecto 2021 que se hizo el mes pasado. Se trabaja con vistas al Mundial que vamos a organizar en España en dos o tres años. Paulina está rindiendo a muy buen nivel en Guardés y es una de las jugadoras que está en la órbita y que podría tener opciones. En estos momentos, si miras un poco el panorama nacional, podría ser la jugadora que está más preparada o mejor posicionada para poder entrar en la selección absoluta. Pero siempre hay que dar los pasos con cautela porque no puedes generarles más presión a chicas tan jóvenes. No puedes presionar a una jugadora para que evolucione más rápido de lo que toca.

¿Hay por ahí alguna otra convocable, como Raquel Bejarano o Flor Dumitrescu, por ejemplo?

Son jugadoras jóvenes que están trabajando bien y militan en la División de Honor, por lo que podrían. No me gusta sólo focalizarlo en ellas, pero sí que es verdad que, por ejemplo, Raquel está teniendo muchos minutos desde hace años al máximo nivel. Eso cuenta y le va a dar un bagaje.

¿Qué le parece el trabajo con el balonmano en Ibiza?

Aparte de un trabajo minucioso, muchas veces se requiere que haya bastantes equipos. Aquí hace falta captación porque hay poquitos conjuntos femeninos. De la cantidad también puede salir la calidad. Si se compara con otras comunidades, es verdad que el número de fichas que hay en las islas no es demasiado alto. Es cuestión de captación. Ahora que es un momento en el que nuestros hijos empiezan las actividades extraescolares, sería importante que se potenciara la captación de gente joven para poder trabajar. Estoy seguro de que la oferta que se les puede dar es buena.

¿Choca un poco que Ibiza sea la punta de lanza de Balears, teniendo en cuenta que en Mallorca hay mucha más población?

A veces hay deportes que están muy ligados intrínsecamente a ciertos territorios. Que calan más en unos sitios que en otros. En Ibiza, entiendo que por la gente que hay en la isla, se está trabajando mucho y bien. Supongo que hay una parte de poner mucho cariño por ciertos clubes como el Puchi y otros. Eso hace que tengan jugadoras. Es una cuestión de trabajo y de mimar mucho lo que haces.

¿Pierde el balonmano español con Noel Cardona, extécnico del Puchi, fuera de las pistas al haberse tomado un descanso?

Noel, Curro [Pérez] y toda la gente que ha trabajado en el Puchi representan muchos años mimando a su deporte y a un club. Claro que se pierde. Que no esté en las pistas es negativo para nuestro deporte. Por otro lado, es totalmente entendible porque esto te absorbe muchísimo. Hay mucho trabajo que no se ve y que se consigue gracias a personas como Noel o como Curro, que sigue ahí.

En la competición masculina el referente es el HC Ibiza de Primera. ¿Cree que en la isla hay potencial para tener algún día un equipo en la Liga Asobal?

Esto es como todo. La Asobal está cara, igual que subir a División de Honor femenina, que es también muy complicado. Al final es una cuestión de trabajo y de forjar estructuras, no tanto económica. Formar estructuras es lo que te da posibilidades de subir a la División de Honor. El último ejemplo lo tenemos en el Alcobendas masculino, un club formativo que ha subido a la Asobal. Los clubes que tienen éxito son los que forman a gente desde la base.